Turquía, bajo el liderazgo de Recep Tayyip Erdoğan, sumió a Siria en una sangrienta guerra civil. Cuando comenzaron las protestas populares, no existían fuerzas armadas ni oposición en el país. Turquía fue el principal instigador de este proceso y abrió sus fronteras a mercenarios, como el Estado Islámico (ISIS). Turquía ha desempeñado un papel destructivo en cada etapa de la sangrienta guerra civil. Ahora, al igual que al principio, vuelve a desempeñar un papel negativo. El régimen del partido Baaz fue derrocado y el pueblo sirio podría haber tenido un nuevo y hermoso comienzo. Sin embargo, Turquía ha invertido todos sus recursos en Hayat Tahrir al Sham (HTS) y ha buscado convertirlo en la potencia dominante. Por otro lado, ha avanzado sobre las regiones autónomas kurdas, lanzando campañas militares y psicológicas.
HTS atacó regiones alauitas bajo la excusa de que existían remanentes del partido Baaz. Se produjeron masacres. Ahora, se están perpetrando ataques y masacres contra los drusos (en el sur del país). A pesar de la violación de todas las reglas de la guerra y los crímenes de lesa humanidad, Turquía ha apoyado incondicionalmente a HTS. Ni siquiera han condenado los crímenes cometidos contra la población civil. Los medios de comunicación, bajo el control de Erdoğan, se han posicionado en contra de los drusos.
Turquía impuso un régimen unitario, monista y centralista rígido en Siria para impedir que los kurdos obtuvieran su estatus. Hasta tal punto que el Consejo de Seguridad Nacional Turco (MGK, por su sigla original) tomó decisiones sobre estos temas en sus reuniones. Turquía ha considerado su participación en los acontecimientos políticos de otro país como su derecho, incluso hasta inmiscuirse en sus asuntos internos. En el centro de todo esto reside el sentimiento antikurdo. Los kurdos han sido amenazados constantemente y se han formado alianzas antikurdas con grupos como HTS.
Turquía trabaja para establecer la llamada unidad y hermandad kurdo-turca dentro de sus fronteras. Se están llevando a cabo conversaciones con Imrali (la isla-prisión donde se encuentra Abdullah Öcalan). El líder Apo (Abdullah Öcalan) ha demostrado una flexibilidad y determinación extraordinarias para poner fin a la guerra y abrir canales democráticos. El PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán) ha terminado su existencia y ha decidido poner fin a la lucha armada. Sin embargo, el gobierno no ha tomado medidas serias y continúa con sus alianzas y esfuerzos antikurdos en Siria. Las iniciativas en Siria aumentan la preocupación y la inquietud respecto a la resolución de la cuestión kurda. El pueblo kurdo ha tomado conciencia y es consciente de lo que está sucediendo y lo cuestiona.
Si van a reconocer a los kurdos en Turquía y renunciar a la hostilidad, ¿por qué se centran tanto en la destrucción y eliminación de los kurdos en Siria? ¿Por qué apoyan a fuerzas como HTS, una extensión de Al Qaeda? ¿Por qué prefieren a HTS a los kurdos y a la administración autónoma (AADNES) que han establecido? ¿Está HTS más cerca de Turquía que de los kurdos? Estas son las preguntas que se plantea el pueblo kurdo.
Turquía está involucrada en todo tipo de conspiraciones y maniobras con HTS para intentar desposeer a los kurdos. Continúa organizando e incitando a zonas de población árabe, como Deir Ezzor y Raqqa, en particular, a romper con la administración autónoma. Utilizaron a las tribus beduinas como pretexto para oprimir a los drusos y lanzar operaciones militares. Afirman que existe un conflicto entre estas tribus y los drusos, y que las fuerzas gubernamentales están interviniendo. Sin embargo, es evidente que se trataba de un plan premeditado. Las fuerzas gubernamentales no fueron a detener el conflicto. Esa no era su intención. Fueron y atacaron a los drusos, quemando y destruyendo Suweida. Dejaron cientos de muertos a su paso, sembrando el terror. Si Israel no hubiera intervenido, esta masacre habría resultado en una limpieza étnica.
El gobierno turco quería que HTS dominara Siria a pesar de que no contaba con una base sólida en el país. Tampoco contaba con una mentalidad ni un programa que abarcara a la población siria. Si las fuerzas del norte y el este de Siria, los drusos, los alauitas y los círculos laicos y democráticos hubieran participado en el gobierno interino, no se habría producido tanta polarización ni masacres. En lugar de establecer un gobierno equilibrado, se le entregó todo a HTS. Turquía apoyó a HTS e impuso sus políticas en Siria. El resultado fueron masacres, destrucción y nuevas oleadas de desplazamientos.
El Reino Unido desempeñó el papel más negativo, junto con Turquía. El Reino Unido impuso persistentemente a Ahmed al Sharaa al pueblo sirio. Trató de involucrar también a Estados Unidos y Europa. A pesar de estas masacres, el Reino Unido no ha cambiado su postura contra HTS. Ahora, al menos instituciones como el Departamento de Estado estadounidense afirman que “HTS debe rendir cuentas por estas masacres”. El Congreso estadounidense ha comenzado a tomar medidas, aunque parcialmente. Algunos empiezan a decir que la situación con HTS no puede seguir así. Sin embargo, el Reino Unido se mantiene firme en su apoyo a HTS.
La fuerza organizada y democrática con experiencia en Siria es la AADNES. Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) son la fuerza militar entrenada y disciplinada que ha luchado contra el ISIS. Estados Unidos, el Reino Unido y, en especial, Turquía, trabajan para eliminar estas fuerzas y entregarlas al HTS. No hay ejército en Siria. El supuesto ejército está compuesto por el ISIS y grupos afiliados a Al Qaeda que han cometido masacres contra alauitas y drusos. Quieren entregar una fuerza como las FDS a estos grupos.
La administración del norte y este de Siria cuenta con más de una década de experiencia. Ha acogido a todas las religiones, creencias, pueblos y culturas. Ha logrado mantenerlos unidos en paz. Ha establecido una administración democrática. Quieren desmantelar esta estructura inclusiva y orientada a soluciones, y ponerla bajo el mando del HTS. A esto se refería Tom Barrack cuando afirmó: “Un ejército, un gobierno, un Estado”.
¿Una Siria entregada al HTS o una Siria democrática e inclusiva? La decisión debe tomarse en consecuencia.
FUENTE: Zeki Bedran / ANF / Edición: Kurdistán América Latina