Corregir la relación milenaria entre kurdos y turcos

El mensaje televisado del líder kurdo Abdullah Öcalan, emitido el 9 de julio y que contenía varios puntos dirigidos tanto al Estado turco como al movimiento kurdo, complementó su llamamiento a la “paz y una sociedad democrática”, emitido el 27 de febrero. Este llamamiento marcó el cambio más significativo en la cuestión kurda, que lleva un siglo en curso en Turquía. Incluía un llamamiento a poner fin a la lucha armada e iniciar una nueva fase de lucha basada en el reposicionamiento y la reestructuración del movimiento kurdo. También instaba al Estado a abrir canales políticos y reconocer la identidad kurda, convirtiendo al Parlamento en la única instancia para resolver los problemas acumulados durante décadas.

La interpretación de Öcalan, presentada en este mensaje televisado (su primera aparición pública, tanto en voz como en imagen, desde su secuestro en 1999), representa la culminación de sus reflexiones sobre el movimiento kurdo, la realidad del pueblo kurdo en Turquía y en el extranjero, y los cambios que se están produciendo en la propia Turquía y en la región. Öcalan ofreció una visión integral de toda la situación, permitiendo en parte una revisión crítica del progreso del movimiento kurdo, examinando el mecanismo para integrar la cuestión kurda en la agenda legislativa de la República turca y, finalmente, analizando cómo rectificar y “corregir” la relación histórica entre turcos y kurdos, los dos elementos fundamentales del actual Estado llamado Turquía.

En general, los puntos principales incluidos en el mensaje televisado de Öcalan se pueden resumir de la siguiente manera:

Primero: La iniciativa “Solución Democrática para la Paz” forma parte de la revolución de liberación kurda, que Öcalan ha liderado durante cincuenta años. Considera un deber revolucionario y moral cambiar su rumbo hacia una nueva vía, una que se ajuste a los últimos acontecimientos en la región y el mundo, preservando al mismo tiempo la paz social entre kurdos, turcos y demás pueblos y componentes de la región. Este enfoque busca garantizar la coexistencia entre ellos y construir un sólido puente de amor y hermandad.

Segundo: Las negociaciones llevadas a cabo por el Estado turco con Öcalan y el movimiento kurdo en el marco del proceso de paz —iniciado a petición del Estado turco (invitación de Devlet Bahçeli el 22 de octubre de 2024)— suponen un reconocimiento de la cuestión kurda y de que Öcalan —y, por extensión, el PKK y el partido DEM— representa a los kurdos. Este histórico proceso de solución democrática debe basarse en la confianza mutua y la buena fe.

Tercero: El PKK, que surgió para oponerse a las políticas de negación y supresión implementadas por todos los gobiernos turcos contra el pueblo kurdo, ha logrado su propósito histórico y objetivo. Ha disipado la narrativa oficial turca de “enterrar el Kurdistán” y la supresión de la identidad y la lengua kurdas. El PKK enfrentó la guerra y la represión mediante la lucha armada hasta que Turquía finalmente reconoció la realidad de la presencia kurda y comprendió la inutilidad de la guerra y las soluciones militares. Entonces recurrió al diálogo y la política, siendo Öcalan y el PKK los principales actores involucrados en la cuestión kurda en Turquía.

Cuarto: Todas las medidas adoptadas tras el acontecimiento histórico de la disolución del PKK y su declaración de abandono de la lucha armada —incluidos los mecanismos para el desarme y las medidas para la integración social y política— deben traducirse en reformas legales y constitucionales, impulsadas por una comisión parlamentaria integrada por representantes de todos los bloques políticos. Cada medida práctica del PKK debe ir acompañada de una acción estatal correspondiente, aprobada y legalizada por la comisión parlamentaria pertinente. Es necesario actuar con máxima moderación, evitar provocaciones y demostrar un sentido de responsabilidad histórica.

Quinto: Deponer las armas e iniciar la fase de “Paz y Sociedad Democrática” no significa la derrota de los kurdos ni de su movimiento de liberación. Más bien, marca el logro de la primera etapa de una larga lucha: la resistencia armada que duró 41 años. Durante esta fase, el PKK —como movimiento de liberación nacional nacido en su tiempo y lugar específicos— respondió con las armas a las políticas de eliminación y liquidación. Logró proteger a los kurdos del exterminio y el desplazamiento, estableciéndolos como un componente fundamental cuya existencia el Estado ha aceptado y cuya voluntad política reconoce. Esta transición significa pasar a la segunda fase de la lucha: una resistencia democrática destinada a transformar Turquía en un Estado pluralista que abarque a todos sus ciudadanos, despojándose así del legado de exclusión y dominación basado en la etnia turca.

Sexto: El Partido de la Igualdad y la Democracia (DEM), el tercer bloque más grande del Parlamento turco, es el motor del cambio y desempeña un papel destacado en la comisión parlamentaria que se formará para implementar las reformas legales que acompañan las medidas prácticas del PKK. Öcalan tiene grandes esperanzas en la democratización de Turquía a través de este partido. Prevé que supere el 20% de los votos, ampliando su labor organizativa para llegar a todos los segmentos y clases sociales de Turquía. Öcalan habló de los millones de ciudadanos trabajadores a los que el partido debe llegar e incluir en su plataforma, para convertirse en un partido inclusivo capaz de representar y defender sus aspiraciones. Enfatiza que no debe permanecer en la oposición, sino convertirse en un partido de gobierno que gestione el país.

Séptimo: Öcalan no prioriza su libertad personal en este contexto. Considera que su libertad forma parte de la libertad de la sociedad, y que mediante la liberación y el desarrollo democrático de esta, también será liberado. Por lo tanto, no considera su liberación como un requisito previo para avanzar en el proceso de paz. Cree que la liberación social le abrirá las puertas de la prisión de Imrali.

Octavo: Öcalan sigue de cerca la resonancia del actual proceso de paz y el llamado a la “paz y una sociedad democrática” en Turquía, la región y el mundo. Considera los elogios, el aliento y el apoyo de los actores locales e internacionales como una victoria para las fuerzas de la modernidad democrática que él representa y lidera. Öcalan aboga por un programa integral de cambio en Turquía y la región. Cuando afirma en su mensaje: “Contamos con un programa teórico que incluye aspectos estratégicos y tácticos”, quiere decir que supervisa personalmente la aplicación de este programa teórico de las fuerzas de la modernidad democrática con toda su fuerza y determinación.

El proyecto de Öcalan por la “paz y una sociedad democrática” representa un movimiento auténtico que surge desde el interior de los pueblos y las comunidades. Su objetivo es democratizar las sociedades nacionales y desarrollar mecanismos democráticos a través de instituciones legislativas, fuerzas de opinión pública y actores comunitarios para abordar cuestiones de identidad y sus manifestaciones. Es un proyecto tanto local como internacional, que busca soluciones desde dentro y rechaza los enfoques predominantes y la dependencia tradicional de fuerzas externas y los resultados del “cambio” impulsado por sus intervenciones en el marco de la “reconfiguración” de mapas.

También es un proyecto que reevalúa y reorganiza la relación histórica entre los componentes kurdo y turco dentro de la conciencia, el cuerpo y el legado del heredero del Imperio Otomano: el Estado llamado Turquía. Öcalan corrige la historia y trabaja por la democratización de la geografía. Sienta las bases de una nueva mentalidad que acepta que la institución que emerge del proceso democrático debe ser la que regule la relación entre los ciudadanos y el Estado y garantice sus derechos, en lugar de las alianzas oligárquicas que gestionan el poder, establecen prioridades, manipulan las mentes y generan temor a enemigos imaginarios.

Estos enemigos se combaten a costa de millones de personas, con el pretexto de proteger la unidad de la nación y la patria. Sin embargo, en realidad, protegen sus propios intereses y su entorno, mientras encubren las arcas de la riqueza acumulada a costa del sacrificio y las lágrimas del pueblo.

FUENTE: Tariq Hemo / The Kurdish Center for Studies / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

viernes, julio 18th, 2025