Durante la última semana circulaban especulaciones en los círculos políticos sobre un inminente llamado del presidente Abdullah Öcalan y un desarme planeado por parte de un grupo de miembros del PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán) en Sulaymaniyah (Bashur, Kurdistán iraquí).
La noticia, difundida en distintas formas por los medios, se convirtió rápidamente en un gran titular y generó expectativas importantes tanto a nivel nacional como internacional.
Ese esperado llamado ya fue realizado. La nueva declaración del presidente Öcalan, que desarrolla su “Llamado por la Paz y la Sociedad Democrática” del 27 de febrero y las perspectivas que envió al XII Congreso del PKK, ha sido publicada por los medios. La declaración ya se discute ampliamente y se informó de que el Movimiento de Libertad Kurdo responderá positivamente, previéndose que un grupo de guerrilleros destruya sus armas en Sulaymaniyah.
La nueva declaración, con fecha del 19 de junio, tiene un gran peso. El hecho de haber sido transmitida en formato de video aumenta aún más su importancia histórica. Una lectura integral del texto deja claro que el presidente Öcalan respalda los desarrollos desde el 27 de febrero y los valora positivamente. Reafirma los principios fundamentales del proceso y señala las responsabilidades que deben asumir todas las partes. El acto de desarme se enmarca dentro de estos principios, y su llamado se presenta en consecuencia. Es evidente que Abdullah Öcalan está realizando un movimiento decisivo e histórico para hacer avanzar el Proceso de Paz y Sociedad Democrática.
Entonces, ¿qué significa todo esto?
Ante todo, muestra cuán determinado está el presidente Öcalan a liderar el Proceso de Paz y Sociedad Democrática hacia el éxito, y el nivel de esfuerzo creativo que está dedicando a ello. No cabe duda de que la misma determinación y esfuerzo existen también del lado kurdo.
En segundo lugar, revela el profundo sentimiento de confianza y el compromiso inquebrantable que el Movimiento de Libertad Kurdo y el pueblo kurdo tienen hacia Öcalan. No es fácil encontrar otro ejemplo de una lealtad y una confianza tan profundas.
En tercer lugar, estas acciones demuestran cuán unificado y resuelto está el lado kurdo, y cuánto desea la paz y una solución democrática. Reflejan la sinceridad y seriedad del lado kurdo.
Por último, muestran que el lado kurdo está cumpliendo con sus responsabilidades por la paz y la democratización con rapidez y a tiempo, dejando así absolutamente clara su voluntad de avanzar en el proceso.
¿Está el gobierno del AKP (Partido por la Justicia y el Desarrollo) y el Estado turco cumpliendo con sus responsabilidades en respuesta?
La respuesta general a esta pregunta es claramente “No”. En justicia, el gobierno del AKP ha adoptado una postura que sugiere que está haciendo todo lo necesario. Intenta presentar los esfuerzos del presidente Öcalan y del lado kurdo como si fueran iniciativas propias. En realidad, lo que ha hecho hasta ahora no va más allá de actuar como mero mensajero. No ha dado ninguna forma legal ni institucional al proceso, ni ha proporcionado garantías. Incluso sus actividades de mensajería se realizan de facto, con un esfuerzo deliberado por no dejar rastro.
Primero, el AKP no trata el problema actual como uno de cien años, sino como uno de cincuenta años.
Segundo, no enmarca la cuestión como el problema kurdo ni como un asunto de democratización de Turquía, sino que la define como “acabar con el terrorismo del PKK”.
Tercero, el gobierno del AKP no está trabajando para reunir a las fuerzas políticas turcas a fin de resolver el problema. Al contrario, está explotando el enfoque constructivo del lado kurdo para debilitar a la principal oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), y asegurarse la victoria en las próximas elecciones.
Cuarto, el AKP no está buscando una solución a la profunda crisis que atraviesa Turquía, ni está trabajando por garantizar el futuro del país; su único objetivo es mantener y proteger su poder.
Finalmente, debido a todos estos enfoques, el gobierno del AKP no está trabajando para reformar el marco legal sobre una base democrática. En cambio, cuando se ve presionado, intenta dar la apariencia de reforma mientras hace lo mínimo necesario para evitar un cambio real. Por eso, la declaración del líder del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), Devlet Bahçeli, de “que el presidente Öcalan venga y hable en el Parlamento”, no tiene ninguna realidad práctica.
¿Puede avanzar realmente el proceso y tener éxito en estas circunstancias? ¿Puede terminar la guerra y alcanzarse la paz mediante la democratización de Turquía basada en la libertad kurda? Claramente, no es posible. Como dijo una vez el propio Devlet Bahçeli, un pájaro no puede volar con un solo ala. Del mismo modo, el proceso de paz y democratización no puede tener éxito solo con los esfuerzos de una parte, el lado kurdo. Por mucho que el AKP y sus círculos traten de oscurecer esta verdad con demagogia política, no lo lograrán. No se puede tapar el sol con barro.
Mirando hacia atrás, la declaración del presidente Öcalan del 27 de febrero marcó una gran iniciativa en el proceso. Le siguió el XII Congreso del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, celebrado entre el 5 y el 7 de mayo. Ahora, como tercer paso, el lado kurdo, aunque de forma simbólica, está dejando las armas y declarando abiertamente el fin de la lucha armada. Esto representa claramente una poderosa expresión de buena fe y compromiso. Demuestra la determinación del lado kurdo de continuar la lucha en el terreno político democrático. Es evidente que, más allá de esto, no se puede exigir razonablemente nada más del lado kurdo, al menos por ahora.
Dadas estas realidades, la retórica del AKP que exige que “se entreguen todas las armas” no es más que demagogia y palabrería vacía. No han aprobado ni una sola ley que permita el desarme, y aun así exigen la rendición de todas las armas. No hay ningún marco legal que estipule qué ocurrirá con quienes se desarmen, y todavía así siguen hablando de desarme. Si los guerrilleros entregan sus armas, ¿qué harán con ellos? ¿Los cazarán y los destruirán? ¿Llenarán los campos de internamiento con ellos? ¿Los detendrán y procesarán en base a sus alianzas con los gobiernos de Irak y el Partido Democrático de Kurdistán (PDK)?
Dejen de esconder sus intenciones y sean honestos con el pueblo. Digan claramente cuál es su plan, para que el pueblo pueda juzgarlo, y si realmente tienen razón, les apoyarán. Pero como saben que no la tienen, recurren a trucos y engaños.
Nos parece evidente que, una vez realizado este desarme previsto por un grupo de guerrilleros, el lado kurdo no tendrá más pasos que dar. No son corderos de sacrificio; no se ofrecerán al cadalso del AKP. Por lo tanto, tras este acto de desarme, que ya ha hecho avanzar el proceso de paz y sociedad democrática, corresponde enteramente al AKP y al Estado dar los siguientes pasos. Si se quiere que el proceso avance y llegue a una resolución, el AKP y el Estado deben tomar medidas concretas y sucesivas.
¿Qué pasos debe dar el AKP para hacer avanzar el proceso? En primer lugar, el gobierno del AKP y sus círculos deben cambiar su lenguaje y actitud. Deben reconocer claramente la existencia de la cuestión kurda y definir correctamente el proceso como uno de democratización y solución.
En segundo lugar, en lugar de aprovechar el clima actual para debilitar al CHP mediante maniobras políticas, deben adoptar un enfoque político unificador que reúna a todos los partidos.
En tercer lugar, deben utilizar una retórica y tomar acciones que generen una verdadera confianza en el lado kurdo.
En cuarto lugar, y lo más importante, deben cambiar las condiciones del presidente Abdullah Öcalan. Debe terminar el sistema de aislamiento y tortura en Imrali (isla-prisión donde está encarcelado el lider kurdo desde 1999). El presidente Öcalan debe poder vivir y trabajar en condiciones de plena libertad.
Por último, deben aprobar rápidamente las reformas legales y constitucionales necesarias para garantizar todos estos pasos y hacer que el proceso sea permanente mediante un marco legal vinculante.
La continuación del proceso de paz y democratización tras la demostración de desarme depende ahora de si el gobierno del AKP cumple o no con estas responsabilidades. Cualquier cosa que no sea eso no es más que demagogia y palabrería vacía.
FUENTE: Fuat Ali Riza / Yeni Özgür Politika / ANF / Fecha de publicación original: 12 de julio de 2025 / Edición: Kurdistán América Latina