El lunes por la mañana, el Ministerio del Interior turco designó síndicos (interventores) para los municipios de Mardin, Batman y Halfeti, eliminando a los y las alcaldesas electas por el prokurdo Partido Igualdad y Democracia de los Pueblos (DEM). La medida provocó fuertes críticas de la oposición, que acusa al gobierno de socavar los procesos democráticos en las zonas de mayoría kurda. La prensa internacional también cubrió la medida gubernamental antidemocrática y destacó las perspectivas tanto de la corriente dominante del país como de la oposición prokurda.
El diario alemán Die Zeit citó al Partido DEM describiendo la eliminación de los alcaldes electos como un “golpe de Estado”, al tiempo que citó al político kurdo depuesto Ahmet Türk, quien dijo en X que no quería dar marcha atrás “en la lucha por la democracia, la paz y la libertad”. “No permitiremos que se abuse de la voluntad del pueblo”, añadió el histórico dirigente kurdo.
La cobertura de los hechos se basó, en general, en los cables de noticias de Turquía. Los informes de las agencias de noticias difundidos por la prensa mundial también citaron al Partido DEM, que denunció la destitución de los alcaldes como “un gran ataque al derecho del pueblo kurdo a votar y ser elegido”. “El gobierno ha adoptado la costumbre de arrebatar lo que no pudo ganar mediante elecciones utilizando el poder judicial, la policía y el sistema de fideicomisarios”, según el comunicado enviado a la prensa por el partido.
En su cobertura, el periódico francés Le Monde proporcionó más información sobre el golpe, que se produce en medio de rápidos acontecimientos políticos en Turquía. La decisión del Ministerio sigue un patrón de nombramientos similares de fideicomisarios (interventores) en municipios de mayoría kurda en los últimos años, una medida ampliamente condenada por la oposición. La práctica del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de destituir a alcaldes y alcaldesas kurdas electas se viene realizando desde hace aproximadamente una década, desde que el AKP sufrió la pérdida de su mayoría en las elecciones de 2015. La semana pasada, el alcalde del distrito Esenyurt de Estambul, Ahmet Özer, fue arrestado y reemplazado por un síndico designado por el gobierno.
A principios de este año, el coalcalde de Van, Abdullah Zeydan, también fue destituido temporalmente después de una polémica sentencia que inicialmente había desviado el certificado a un candidato de la oposición, aunque las protestas generalizadas y los pedidos de justicia llevaron a que se lo restituya en su puesto.
A pesar de estos continuos ataques al proceso democrático en Turquía, como señala Le Monde, “el presidente Erdogan declaró el miércoles que quería ‘tender la mano a los hermanos kurdos’”, en medio de rumores de la reanudación de las conversaciones de paz,que “el jefe de Estado y su principal aliado, Devlet Bahçeli, han estado insinuando durante dos semanas (con) la posibilidad de una pronta liberación del líder histórico del PKK, Abdullah Öcalan”.
Por lo tanto, la situación en Turquía sigue siendo tensa, ya que el gobierno ha impuesto una prohibición de las protestas y manifestaciones en un intento de limitar la reacción a la destitución de los alcaldes electos. Con la prensa internacional centrada en general en las elecciones estadounidenses y sus posibles implicaciones para las guerras de Israel apoyadas por Estados Unidos en Gaza y Líbano, aún no ha habido un grado significativo de escrutinio internacional sobre este último giro en los complejos acontecimientos políticos en curso en Turquía.
FUENTE: Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina