Seguro que ya han oído que Turquía ha matado a dos periodistas kurdos en Siria. Nazım Daştan y Cîhan Bilgin volvían de cubrir los enfrentamientos entre las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y los mercenarios turcos del Ejército Nacional Sirio (ENS) al oeste de Kobane cuando su coche fue alcanzado por un dron. Es repugnante, criminal, desvergonzado, inaceptable y, sin embargo, Turquía lo hizo con impunidad.
Debemos recordar a Nazim y Cîhan no sólo porque fueron periodistas valientes y brutalmente asesinados, sino también porque su trabajo realmente importaba. Fueron parte de un movimiento revolucionario que eventualmente traerá cambios. Son las personas en las que debemos depositar nuestra confianza. No en políticos, como he visto a mucha gente hacer esta semana.
Una cosa es informar sobre diversos políticos que se pronuncian sobre el papel de Turquía en Siria desde que Bashar al Assad huyó del país, y otra muy distinta es animarlos por ello. Tomemos como ejemplo a la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, que visitó Turquía esta semana y se reunió con su homólogo Hakan Fidan. Según se informa, lanzó una severa advertencia al gobierno turco para que detuviera su agresión militar contra los kurdos en el norte de Siria. A principios de esta semana, dijo que la ciudad de Kobane es el símbolo de la resistencia kurda.
Absurdo
No me oirán decir que está mal que haya dicho eso, por supuesto que no, pero lo que me molesta es que mucha gente parece tener algún tipo de confianza en ella ahora. Sus citas han estado por todas las redes sociales, compartidas con un triunfante “¡Sí, Annalena, díselo tú!”. Eso es bastante absurdo, si me lo preguntan. El gobierno alemán está entregando las armas con las que Turquía está luchando contra los kurdos en Bakur, Bashur y Rojava (Kurdistán en Turquía, Irak y Siria, respectivamente), y eso no va a cambiar.
La semana pasada me llamó un amigo de Amed (Diyarbakır). Estaba contento por una moción que había aprobado el Parlamento holandés. Tuve que buscarla porque estaba de vacaciones, pero tenía razón: el Parlamento había aceptado por una abrumadora mayoría una moción para pedir al gobierno que instara a Turquía a poner fin de inmediato a los ataques contra los kurdos en Siria. La moción fue presentada por Kati Piri, del Partido Laborista, que durante muchos años ha ocupado distintos cargos, incluso en el Parlamento Europeo, y ha sido una defensora de los derechos de los kurdos, y merece un fuerte aplauso.
Pero, ¿cuál de los dos partidos gobernantes holandeses apoyó la moción? El partido del fascista holandés Geert Wilders seguramente la apoyó simplemente porque odia a Recep Tayyip Erdogan y al Islam, al igual que los demás partidos del gobierno. Es, como probablemente ustedes sepan, un gobierno de extrema derecha. Apoyaron la moción no por humanidad, sino por odio.
Futuros
Mi cinismo, o llamémoslo realismo, se ve exacerbado por el hecho de que tanto Alemania como los Países Bajos congelaron el proceso de asilo para los ciudadanos sirios muy rápidamente después de la caída del régimen de Assad. Esto es inhumano. La gente está esperando para reconstruir sus vidas en Europa y es demasiado pronto para sugerir que tal vez muy pronto puedan regresar a casa, si es que tienen un hogar al que regresar. ¿Las personas que llegaron a Europa a través de rutas muy peligrosas tienen que esperar aún más meses antes de poder tener alguna certeza sobre su futuro y reunirse con sus familias?
Estos dos gobiernos, y otros en Europa, están siguiendo caminos muy peligrosos con sus retóricas y acciones contra los solicitantes de asilo y contra el Islam.
Otro ejemplo es la iniciativa bipartidista de dos senadores estadounidenses que podrían sancionar a Turquía por la violencia contra los kurdos en Siria. El demócrata Chris Van Hollen y el republicano Lindsey Graham elaboraron la propuesta, que llamaron Ley para Contrarrestar la Agresión Turca de 2024. Los ataques turcos, según Van Hollen, socavarían la seguridad regional y los esfuerzos por prevenir un resurgimiento del ISIS. ¿Políticos estadounidenses preocupados por socavar la seguridad regional en Medio Oriente? Es absurdo que digan esto, después de décadas y décadas de que Estados Unidos mismo socavó la seguridad, simplemente.
Sinceridad
Y la cosa se pone todavía más absurda. Estos países –Estados Unidos, Alemania y los Países Bajos– también se cuentan entre los más fervientes partidarios del genocidio israelí en Gaza. Permítanme que lo diga explícitamente: no les importan en lo más mínimo las vidas en Medio Oriente, y mucho menos las de los musulmanes. Y eso incluye a los kurdos, lamento decirlo.
Lo que necesitamos es sinceridad . Esto me lleva de nuevo a los dos periodistas kurdos que fueron asesinados por Turquía esta semana, Nazim Daştan y Cîhan Bilgin. Ofrecieron esperanza. Me encontré con un breve discurso que Nazim Baştan pronunció después de salir de prisión en Turquía, donde había estado encarcelado durante unos meses en 2016. Dijo: “Seguiremos haciendo nuestras noticias sobre el terreno abrazando la línea y la tradición que seguimos hoy. Dedicaremos nuestras plumas aún más al pueblo, incluiremos más la lucha del pueblo en el marco de nuestro trabajo”.
Humanidad
Ésta es la tradición de la prensa kurda, a esto se dedicaron él y Cîhan Bilgin. Lo hicieron como parte de la lucha revolucionaria kurda más amplia por la libertad. Ésta es la sinceridad que necesitamos, incluso desesperadamente. Éstas son las personas que traerán el cambio, quienes empujarán a los políticos calculadores a ponerse finalmente a la altura de las demandas de la humanidad. Es en estas personas en las que tenemos que depositar nuestra confianza y a quienes tenemos que apoyar, no a ninguno de los políticos. Por los kurdos, por los sirios, por los palestinos, por todos.
Gracias, queridos colegas. Realmente contribuyeron. Descansen en paz.
FUENTE: Fréderike Geerdink / Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina