Bajo el lema “Las madres son pioneras de una sociedad democrática y una paz duradera”, el fin de semana se realizó la tercera conferencia del Consejo de Madres por la Paz en la ciudad de Amed (Diyarbakır), en el Kurdistán turco (sudeste turco).
El evento, que duró dos días, fue el primero de este tipo en doce años, y reunió a numerosos activistas, políticos y simpatizantes, incluidos representantes del Movimiento de Mujeres Libres (Tevgera Jinên Azad, TJA), el Partido DEM (Partido por la Igualdad y la Democracia de los Pueblos), el DBP (Partido de las Regiones Democráticas), miembros del Parlamento y organizaciones de la sociedad civil.
Al inició del encuentro, se leyó un mensaje del líder kurdo encarcelado Abdullah Öcalan, enviado especialmente para la conferencia.

Öcalan expresó su agradecimiento a las Madres por la Paz por sus años de compromiso y lucha. “Aprendí más de mi madre: sobre la verdad de la vida, sobre la paciencia, pero sobre todo sobre una actitud digna y recta. Las Madres por la Paz encarnan esta dignidad y actitud”, expresó el fundador del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).
El líder kurdo manifestó que “las mujeres deben vivir como quieran, pero también deben tener el coraje de vivir libremente. Por respeto a las mujeres, adopté el principio de que ‘la libertad debe comenzar en el pensamiento’”.
Öcalan remarcó que las Madres por la Paz están a “la vanguardia de la lucha por la paz y la vida”, y “siempre han estado al frente de nuestra lucha por la paz y la libertad. Por supuesto, su lugar en nuestra lucha como madres es indiscutible. Sin embargo, creo que es importante trascender las expectativas sociales tradicionales impuestas a las mujeres para ser madres y esposas. Junto a su identidad como madres, también deben luchar con su identidad y conciencia como mujeres libres”.
“Esta tierra, donde surgió la primera sociedad matriarcal, es también el lugar donde surgieron los primeros problemas y contradicciones sociales -reflexionó Öcalan-. El primer problema social y la primera contradicción comenzaron con la esclavitud de las mujeres. La esclavitud de las mujeres y la esclavitud de la sociedad van de la mano. Contrariamente a la creencia popular, la esclavitud no comenzó con el surgimiento del Estado, sino con la esclavitud de las mujeres. Esta contradicción en desarrollo y este problema social forman la fuente de los problemas que enfrentamos hoy”.
Por último, el líder kurdo destacó que el “Llamado por la Paz y una Sociedad Democrática”, efectuado por el propio Öcalan en febrero pasado, “también impone deberes y responsabilidades al movimiento de mujeres y a las Madres por la Paz. Comienza una nueva era. Organizar una vida socialista basada en un sistema comunal democrático será posible a través de la paz. En esta ocasión, saludo a todas nuestras Madres de la Paz y les deseo éxito en su trabajo”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina