“Perspectiva” de Öcalan sienta las bases teóricas para la política kurda posconflicto

Se conoció un nuevo texto teórico del líder kurdo Abdullah Öcalan (todavía sin publicar en castellano) que reimagina los fundamentos de la identidad, la lucha social y la organización política kurdas. Con el subtítulo “Al final de una era y en el umbral de otra en la realidad y los desafíos kurdos”, el documento fue enviado para el XII Congreso del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), realizado a principios de mayo pasado.

En el texto, Öcalan expone una visión política radical basada en el mito, el feminismo, el marxismo y la ecología para proponer una nueva civilización democrática más allá del Estado nación. También establece un amplio marco filosófico para una sociedad posnacionalista y democrática, basada en la igualdad de género, la conciencia ecológica y un concepto redefinido de libertad.

Fechado el 25 de abril y publicado en inglés el 15 de junio pasado por la Iniciativa “Vigilia por Öcalan”, en el documento se recorre la historia desde la revolución neolítica hasta la era industrial, proponiendo una reinterpretación de la civilización humana a través del pensamiento dialéctico y la experiencia colectiva kurda. “El kurdismo tradicional fue destruido”, escribe el fundador del PKK, rastreando el colapso del liderazgo religioso y tribal del siglo XX hasta sus antecedentes míticos en Mesopotamia.

Estructurada en una nota introductoria y siete capítulos, el texto, conocido como “Perspectiva” no sólo pretende orientar la estrategia política, sino ofrecer un relato existencial e histórico de la condición kurda y sus repercusiones globales. En el centro del documento se encuentra una ruptura decisiva con el nacionalismo, la estatalidad y el marxismo clasista. En su lugar, Öcalan aboga por un nuevo paradigma centrado en la “comuna”, que define como una sociedad político-moral que reemplaza tanto al Estado liberal como al partido-estado leninista.

“Sin una comprensión correcta de la realidad del liderazgo, no se puede avanzar, y mucho menos dirigir, la sociedad”, escribe Öcalan, criticando lo que considera un estancamiento interno dentro del movimiento de liberación kurdo. Su concepto de “liderazgo” no se define como autoridad personal, sino como la construcción de la conciencia colectiva a través de la lucha ideológica, un concepto que él define como la “era Apo”.

Una de las características más radicales del documento es su relectura feminista de la civilización. Öcalan sitúa los orígenes del patriarcado no en el capitalismo ni en las relaciones de clase, sino en la derrota simbólica y material de las sociedades neolíticas feministas. Basándose en la “Epopeya de Gilgamesh”, argumenta que el mito representa la ruptura histórica entre el culto a la diosa y las estructuras de clanes matrilineales y la dominación masculina mediante la violencia, el control sexual y la autoridad centralizada.

“El hombre, con su pequeño club de cinco o diez aliados cercanos, espada de obsidiana en mano, mata dondequiera que va”, analiza, describiendo el nacimiento del Estado y la sociedad de guerra de las cenizas de la vida comunitaria temprana. Atribuye las raíces de la violencia de género moderna a esta ruptura, incluyendo la transformación de los templos sagrados en instituciones de control sexual y la posterior codificación de la ley patriarcal a través de la Torá, la Biblia y el Corán.

Esta crítica al patriarcado no es un comentario secundario, sino fundamental. Para Öcalan, la jerarquía de género precede y condiciona la jerarquía de clases. Sostiene que la verdadera libertad no puede alcanzarse sin la liberación de la mujer, la cual considera la principal contradicción de la sociedad histórica. “El socialismo solo puede surgir de la liberación de la mujer”, expresa, y describe a la Jineoloji —una ciencia feminista desarrollada dentro del movimiento kurdo— como clave para cualquier proyecto político futuro.

La crítica de Öcalan al marxismo es aguda pero comprensiva. Si bien reconoce la importancia de Karl Marx, cuestiona lo que considera su reduccionismo económico y sus tendencias estatistas. Propone sustituir la lucha de clases por la lucha entre “Estado y comuna” como la contradicción fundamental de la historia. Para él, la comuna es el núcleo vital de la sociedad humana, evidente en los primeros clanes y aún latente en los municipios modernos.

“El opresor de la tribu se convierte en el Estado, el jefe del clan se convierte en el gobernante y los miembros ordinarios continúan como comuna”, escribe, afirmando que el modelo de materialismo histórico de Marx debe revisarse para dar cuenta de las raíces ético-políticas de la sociedad humana.

Sobre la modernidad, Öcalan desarrolla el concepto de los “Tres Jinetes” —capitalismo, Estado nación e industrialismo—, que describe como los componentes centrales de la opresión globalizada. Argumenta que el socialismo real fracasó porque internalizó dos de los tres: el Estado nación y el industrialismo. La modernidad, escribe, se ha convertido en una crisis de civilización marcada por la destrucción ecológica, el vacío espiritual y la militarización de la vida.

Frente a esto, propone una “civilización democrática”, un sistema no estatal, multiétnico y descentralizado que prioriza los valores de la coexistencia, la ayuda mutua y la armonía ecológica. En lugar de un tratado de paz tradicional o un acuerdo de reparto de poder, Öcalan visualiza una transformación de la civilización, arraigada en la herencia mesopotámica, pero de alcance global.

A lo largo del documento, el líder kurdo insiste en que comprender correctamente la historia es clave para abrir las puertas a la posibilidad política. Desde su celda en la isla-prisión de Imrali, en Turquía, Öcalan construye no un manifiesto lineal, sino un marco epistemológico: un esfuerzo por pensar más allá de las disyuntivas entre Oriente y Occidente, religión y ciencia, hombre y mujer.

Si bien la “Perspectiva” se redactó en el contexto del congreso interno del PKK, sus implicaciones van mucho más allá. Su llamado a reemplazar el poder estatal por una ética comunitaria, la lucha de clases por la liberación de género y el crecimiento industrial por el equilibrio ecológico, representa uno de los proyectos político-teóricos más ambiciosos surgidos en Medio Oriente en las últimas décadas.

“Solo quienes hacen la guerra pueden construir la paz”, escribe Öcalan, pero el documento deja claro que, para él, la paz no es simplemente la ausencia de guerra. Es la construcción de una sociedad capaz de sustentar la dignidad, la libertad y la pluralidad; una sociedad que debe empezar por replantear todo lo que antes se consideraba natural.

La publicación de “Perspectiva” surge tras el llamamiento de Öcalan, el 27 de febrero, a una solución por la “Paz y Sociedad Democrática”, y tras la decisión del PKK, a principios de mayo, de disolver su organización y poner fin formalmente a su campaña armada. Si bien estos acontecimientos marcan un punto de inflexión histórico, “Perspectiva” proporciona la base ideológica y teórica para lo que Öcalan describe como una nueva era en el pensamiento político kurdo.

FUENTE: Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

martes, junio 17th, 2025