El líder kurdo encarcelado Abdullah Öcalan envió un mensaje para conmemorar el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Öcalan, preso en la isla-prisión de Imrali desde 1999, analizó en el breve mensaje la importancia del rol de las mujeres en la sociedad y sus luchas actuales.
A continuación publicamos el mensaje completo de Öcalan:
La sociedad no es una estructura de clases unidimensional, sino un campo de batalla histórico multidimensional basado en el género. El primer y mayor problema de la humanidad es la contrarrevolución que comenzó con la esclavización de las mujeres y que ha atacado la sociabilidad formada en torno a ellas. La violencia doméstica, los feminicidios y la opresión patriarcal que se viven hoy son reflejos contemporáneos de este ataque histórico. La estructura de castas que atacó la sociabilidad y el comunalismo de las mujeres se transformó posteriormente en la asamblea de dioses en Mesopotamia, luego en los sacerdotes sumerios, y de ahí en los faraones y reyes, perpetuando la opresión patriarcal sobre la sociedad.
Hoy, la mujer es la materia prima más valiosa del capitalismo. Su cuerpo se comercializa, su personalidad se convierte en objeto de mercado. Incluso su espíritu ha sido invadido por los hombres. La mujer vive con la daga de la esclavitud que la mentalidad patriarcal le ha clavado en la espalda. La jerarquía social dominada por los hombres, creada por miles de años de lucha civilizacional, produce jerarquía, violencia y conflicto. La civilización masculina, basada en el Estado, ha arrebatado a las mujeres el lenguaje, la producción, los cuerpos y, por ende, la sociedad entera. Sin ver esta realidad no se puede dar ningún paso hacia la libertad.
Los problemas que el sistema machista impone a las mujeres deben comprenderse y resolverse. Considerando los feminicidios, la violencia doméstica, la violencia contra la mujer, la discriminación y la explotación, el nivel de esclavitud es mucho más profundo de lo imaginado. La mujer ha sido completamente degradada. Su realidad ha sido distorsionada. Las famosas tobilleras que las mujeres usan como adornos, los anillos en la nariz, son signos y rastros de la esclavitud que se han transmitido de generación en generación. En la modernidad capitalista, la esclavitud de las mujeres se ha profundizado aún más; el sistema las ha convertido en objetos de decoración y mercadeo. Para liberarse de esta esclavitud sistematizada y alcanzar la liberación, se requiere una profunda reflexión y organización.
Ningún movimiento por la libertad social que no priorice la libertad de las mujeres puede ser una verdadera revolución. Considero horrorosas las relaciones actuales entre hombres y mujeres. Abordamos estas relaciones priorizando la libertad de las mujeres. Gran parte de nuestro trabajo consiste en el trabajo de las mujeres. Resolver las relaciones y contradicciones entre hombres y mujeres es importante. Hemos analizado a fondo la dominación masculina, que bloquea la libertad de las mujeres y las esclaviza en todos los sentidos. Desarrollamos una sociología de la libertad. Es evidente que ser mujer es difícil y la liberación no es fácil, pero las mujeres deben atreverse. Deben liderar la eliminación de la daga de la dominación masculina incrustada en la espalda de la humanidad y la construcción de una vida igualitaria, libre y democrática.
Abdullah Öcalan
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina