Desde el 13 de marzo pasado, los y las pobladoras del noreste sirio y de Rojava (Kurdistán sirio) encendieron las antorchas y hogueras del Newroz (año nuevo kurdo) en varias ciudades y pueblos.
Durante esta jornada, las celebraciones también se extendieron a la ciudad de Alepo. En todos los actos del Newroz, se comenzó un minuto de silencio en honor a los y las mártires que cayeron defendiendo el territorio contra ISIS o contra los mercenarios proturcos. Esto fue seguido por el encendido ceremonial del fuego del Newroz, un símbolo de luz, libertad y paz para los pueblos de Rojava.
Bajo el lema “La libertad física del líder Abdullah Öcalan es una garantía para una Siria democrática”, miles de personas de toda la región se acercaron a diferentes lugares de Qamishlo, Dêrik, el pueblo de Hêlîq, en Girkê Legê, Tirbespî, Amûdê, Dirbêsiyê, Hasakah, Raqqa, Tabqa, Kobanê y Alepo.
Las familias de los y las mártires fueron las encargadas de encender las llamas del Newroz, mientras las multitudes coreaban consignas pidiendo la libertad de Öcalan, marcando oficialmente el comienzo de las celebraciones.
Las plazas estaban adornadas con el emblema “Newroz 2025”, pancartas con las imágenes de Öcalan y las luchadoras caídas, así como las banderas de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ) y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
En los actos participaron representantes de la Administración Autónoma (AADNES), del Movimiento de la Sociedad Democrática (TEV-DEM), del Kongra Star y del movimiento de mujeres Zenobia.
Entre los colores tradicionales del Newroz (verde, rojo y amarillo), en las celebraciones participaron personas de todas las edades y orígenes, incluidas kurdas, árabes, asirias y armenias, muchos de los cuales vestían su vestimenta tradicional, reflejando la riqueza cultural y la profundidad histórica de las comunidades de la región.
FUENTE: ANHA / Edición: Kurdistán América Latina