Kongreya Star continúa cada día la revolución feminista en la región del norte y el este de Siria, llevando a cabo protocolos contra la violencia machista, talleres y asambleas en zonas rurales e impulsando nuevas leyes. Son el referente del activismo feminista en cada ciudad de Rojava.
Hasta 2016, cuando se estableció la federación de Rojava (Kurdistán sirio), las mujeres se organizaron en el norte y el este de Siria bajo la agrupación Yekitiya Star (Unidad Estrella) durante el régimen de Bashar al Asad, lo que supuso arrestos y torturas para las mujeres que participaban, haciendo su activismo difícil y peligroso. Tras la liberación del noreste sirio, gracias a las YPJ (Unidades de Protección Femeninas) y las YPG (Unidades de Protección del Pueblo), Yekitiya Star pasó a ser Kongreya Star (Congreso Estrella), un paraguas para todas las asociaciones feministas del norte y el este del país.
Siguiendo el confederalismo democrático, Kongreya Star tiene grupos autoorganizados en muchas localidades de Rojava coordinadas entre sí para informarse sobre las actividades y los procesos que siguen. Tel Tamir, ciudad que se encuentra a escasos kilómetros de uno de los actuales frentes contra la invasión turca tras la Operación Manantial de la Paz en 2019, es una de esas localidades donde un grupo de Kongreya Star está activo desde 2015. A principios de 2025 tuve la oportunidad de visitar la sede de Kongreya Star en Tel Tamir, pude conversar con Dialla y Zahra, de la Comisión de Educación, y Yasmine, de la Comisión de Asuntos de Personas con Diversidad Funcional.
Estar tan cerca del frente no ha afectado a la continuidad de las actividades que suele hacer Kongreya Star en Tel Tamir. Hace unos años, la gente abandonaba sus hogares cuando lanzaban algún ataque hacia la región, pero ahora están más arraigados a su territorio. En parte, gracias a organizaciones como Kongreya Star que empodera a la población y le hace partícipe de los asuntos en su localidad. En respuesta a los ataques en los diferentes frentes tras la caída de Al Asad, en especial de los mercenarios turcos conocidos como ENS (Ejército Nacional Sirio), Kongreya Star hace reuniones para informar y desmentir bulos de la propaganda turca sobre la situación no solo en su frente, sino también en Manbij y en la presa de Tishrin, presa clave para suministrar agua y electricidad a gran parte de la región y donde acuden activistas de vez en cuando a vigilias y protestas contra los ataques que está perpetuando el ENS. Algunos de los convoyes de civiles que han ido allí han sido atacados por Turquía a pesar de saber que no estaban armados. Este sentimiento de pertenencia a la sociedad ha causado que la gente decida quedarse y defender sus hogares. Por eso, las mujeres de Kongreya Star están siendo instruidas por las YPG para luchar en caso de que Turquía decidiera expandir su invasión en la franja entre Tell Abyad y Serekaniye.
En sus inicios, el principal reto en Tel Tamir fue involucrar a las mujeres, por lo que empezaron por concienciar sobre sus derechos y animar a denunciar los casos de violencia de género que sufrían en sus hogares. Sin embargo, quienes querían participar no se atrevían por las tradiciones conservadoras de la región. Nadie podía acercarse a Kongreya Star y denunciar los abusos y agresiones perpetrados por sus maridos, hermanos, padres… pensaban que las matarían si lo hacían. Pero ahora esto ha cambiado, conocen sus derechos y capacidades, reciben muchas mujeres que acuden a Kongreya Star para contar su situación. Reciben casos de diversas violencias, como matrimonios de menores, divorcios, poligamia… Cuando una mujer acude a Kongreya Star con un problema, le reciben y acogen en una de sus Mala Jin (Casa de la Mujer) para protegerla de sus agresores. La escuchan, documentan el caso y formulan una denuncia o se ponen en contacto con su familia para, cuando es posible, mediar y buscar una solución, asegurándose siempre de que la mujer no será violentada de nuevo.
Debido a los constantes ataques de Turquía, toda la región de Rojava sufre una gran crisis económica, por tanto la violencia más común que sufren las mujeres que acuden a Kongreya Star es económica, pues la crisis las hace depender de sus maridos o figuras patriarcales que les impiden, entre otras cosas, divorciarse a pesar de sufrir abusos. Una de las comisiones de Kongreya Star busca la independencia económica de las mujeres en su localidad: en Tel Tamir tienen tres cooperativas que han creado y una panadería donde cuatro mujeres trabajan y son ahora económicamente independientes.
También, como consecuencia de la situación económica, el acceso a medicinas y atención médica es reducido, por eso la comisión de salud de Kongreya Star está llevando a cabo talleres sobre medicina tradicional y cuidados para la mujer en salud en general, pero también en el ámbito sexual para que puedan hacer remedios con elementos que tengan en casa.
No solo ofrecen ayuda en el momento en el que una mujer acude a ellas, también tienen mecanismos para prevenir agresiones. Desde la Comisión de Educación, con el objetivo de ayudar a las mujeres a ser más activas en las decisiones tomadas en su región, especialmente en estos momentos decisivos, se centran en acudir a poblados de la región y realizar muchas visitas a mujeres en sus hogares. Las escuchan, se enteran de los problemas que tienen con sus familiares, respecto a la sociedad, hacen lecturas, charlas sobre salud de las mujeres, sus derechos, líderes feministas internacionales… Así logran, al mismo tiempo, conocer las necesidades específicas de mujeres concretas e instruirlas en feminismo. En muchos de estos pueblos, las mujeres sufren una gran opresión debido a la falta de educación en materia de feminismo y los derechos que reconocen las leyes de la Administración Autónoma (AADNES). Pasan la mayor parte de sus vidas trabajando en casa, prácticamente sin salir o conocer a otras personas. Algunas de estas visitas se suelen alargar hasta una semana, ofreciendo talleres sobre diversos asuntos para las mujeres que viven allí. Cuando comienzan estas jornadas, las mujeres suelen ser tímidas y sentir miedo por tan siquiera acercarse a hablar con las integrantes de Kongreya Star. Pero, después de los acercamientos consiguen mayor confianza y mantienen conversaciones con ellas sobre los derechos de las mujeres y cómo pueden ser más activas en su sociedad, en su pueblo y en su casa, pasan así a ser mucho más partícipes y empoderadas.
Kongreya Star no solo actúa en Rojava, sino que mantiene relaciones internacionales y representantes en Sulaymaniyah (Bashur, Kurdistán iraquí), Líbano y otros países. Además cuentan con el Comité de Coordinación de Kongreya Star, el cual mantiene relaciones con organizaciones feministas de todo el mundo. Hacen visitas y se organizan mutuamente por los derechos e intereses de la mujer. Reconocen que en Occidente las mujeres gozan de muchos derechos, pero mantienen que respecto a la igualdad de género todavía tienen mucho que hacer.
Además de atender a las mujeres de diferentes localidades, Kongreya Star impulsó la creación de una ley para asegurar la libertad y la protección de las mujeres en Rojava. En esta ley señalaron que las bases patriarcales sobre las que se fundó su sociedad dieron lugar a “muchos problemas políticos, económicos, culturales y psicológicos, sobre todo la opresión y marginación de las mujeres”, y que “bajo este sistema, las mujeres han sido agredidas y privadas de sus derechos”. Pusieron la libertad de la mujer como base para la reconstrucción de las familias democráticas y una sociedad libre, pero también para hacer frente a cualquier actitud que repita las violencias del pasado.
Gracias a esta ley lograron obtener diversos derechos para las mujeres que daba más posibilidades para su emancipación. Respecto a la política, se les dio el derecho a ser nominadas y asumir cualquier cargo político, tener presentes a representantes de las organizaciones de mujeres en el Consejo Legislativo cuando se debatan leyes y la responsabilidad de tener en cuenta la voluntad de la mujer cuando las leyes promulgadas sean relativas a ellas, así como también debe estar presente y ser consultada una representante cuando “se lleven a los tribunales los asuntos de la mujer o la familia”. Se garantizaron derechos como el consentimiento expreso de la mujer para casarse, la edad mínima de 18 años para poder contraer matrimonio, la prevención de poligamia, el derecho a solicitar el divorcio y a mantener los bienes que le fueron regalados a la mujer. También se aseguró que la Administración Autónoma diera a las mujeres viudas y mayores, al haber sido normalmente dependientes de sus maridos o familiares, una vida digna y libre e igualdad respecto a los hombres en la herencia.
La discriminación motivada por el género también quedó prohibida en esta ley, siendo un delito punible, además de responsabilizar a la Administración Autónoma con la tarea de desarrollar mecanismos y servicios legales para proteger, prevenir y atender a las víctimas de violencia de género. En esta materia también se judicializaron los asesinatos cometidos bajo el pretexto del “honor”.
Para las mujeres que hubieran sido condenadas por algún delito y estuvieran cumpliendo pena en prisión, se aseguró que, a quienes estuvieran embarazadas o en etapa de lactancia, se les llevaría a centros especiales para ello y se tendrá en cuenta su condición y la del feto o recién nacido.
Al final de nuestra conversación, las compañeras de Kongreya Star resaltaron que se sienten muy orgullosas de recibir visitas internacionales que se interesan por el trabajo que hacen y la situación de la región. Son conscientes de que la situación es complicada tras la caída del régimen de Al Asad y que, aunque hubo felicidad por el fin de una dictadura que generó tanto dolor, ahora ven que la ciudadanía siria y especialmente las mujeres, son sujeto de abusos por parte de grupos armados bajo el mando del HTS (Hayat Tahrir al Sham, actual gobernante en Siria). Esperan que un día toda Siria pueda gozar de los derechos garantizados en su región.
FUENTE: Sam Gómez / Kaos en la Red