Jineolojî: la interpretación más avanzada del significado de la ciencia

Jineolojî se basa en un método que permite que las mujeres establezcan una conexión más sana y fuerte con sus propias raíces. Por esta razón, se ha convertido en una ciencia rápidamente adoptada sobre todo entre los sectores que han sufrido una ruptura con sus propias raíces y buscan su propio significado.

El término Jineolojî está formado por el término kurdo “jin” y el sufijo del griego antiguo o latín “-logia”. “Jin” significa mujer y tiene el mismo origen etimológico que las palabras kurdas “jîn” y “jiyan” (vida). El sufijo “-logia” puede traducirse como doctrina, razón o ciencia. Por lo tanto, etimológicamente Jineolojî significa “Ciencia de la Mujer y la Vida”. En el tercer volumen del “Manifiesto de la Civilización Democrática”, escrito desde la prisión de İmrali, Abdullah Öcalan habla por primera vez de desarrollar la Jineolojî. Dentro de su crítica a los enfoques patriarcales, positivistas y eurocéntricos que dominan la comprensión de las ciencias sociales, Öcalan establece la necesidad de una revolución en las ciencias sociales, y manifiesta que la tarea principal de las ciencias sociales debería ser contribuir al desarrollo o revitalización de una sociedad democrática, ecológica y centrada en la mujer. Esto requiere una investigación exhaustiva sobre la historia de las mujeres y una metodología científica que pueda investigar la creatividad e importancia de las mujeres en la historia social, así como las causas y consecuencias de su colonización, y que pueda establecer perspectivas sobre la libertad de la mujer.

Jineolojî, desarrollada bajo el liderazgo de las mujeres kurdas en los últimos 12 años, llega cada día a más mujeres. Definida muchas veces, erróneamente, como “feminismo kurdo”, Jineolojî se define a sí misma como ciencia de la mujer y la vida.

Los debates sobre el desarrollo de Jineolojî como una ciencia alternativa para las mujeres y la sociedad comenzaron en 2011 en Kurdistán. Los hallazgos sobre las sociedades comunales preestatales en Mesopotamia y las culturas de la diosa madre, los conocimientos teóricos y prácticos surgidos de la lucha de liberación de las mujeres en Kurdistán, y las experiencias de las luchas de liberación de las mujeres a nivel mundial, incluyendo el feminismo, constituyen los principales puntos de referencia de Jineolojî. Se basa especialmente en el principio de que hay que entender la vida misma como una fuente de conocimiento.

En diferentes regiones de Kurdistán, en Medio Oriente, Europa, América Latina y otras partes del mundo, cada vez más mujeres han comenzado a participar en trabajos de debate y desarrollo de Jineolojî. Estos trabajos también han sido activos en los esfuerzos de implementación del confederalismo democrático y la autonomía democrática en Kurdistán. Especialmente la Revolución de Rojava y el establecimiento de la Administración Autónoma Democrática en el Norte y Este de Siria (AADNES), han fomentado debates sobre el método, el contenido y su aplicación práctica. Estas discusiones se han ido concretando a partir de 2015. Así, ha surgido de manera más clara la necesidad de una ciencia alternativa: una ciencia que sea el horizonte para la búsqueda de “xwebûn” (ser una misma) de las mujeres en un entorno de guerra y caos, que fortalezca la conciencia de autodefensa, y que desarrolle enfoques para la solución de problemas sociales mediante la construcción de estructuras de autogestión social.

El carácter sexista que domina las ciencias sociales y en general todas las ciencias hace necesaria la ciencia de la mujer. Porque el hecho de que la ciencia ignore a la mujer, no ilumine la realidad de la mujer, no solo lleva a que quede incompleta, sino que conlleva una forma incorrecta de explicar la sociedad. Una razón importante de las insuficiencias e incorrecciones de las ciencias sociales, cuyo objetivo es resolver los problemas sociales en ámbitos desde la política hasta la economía, desde la cultura hasta la historia, es que sus análisis carezcan de la experiencia de las mujeres. Las investigaciones científicas en las que incluimos la realidad de la mujer nos muestran otras realidades, porque en la realidad de la socialización la existencia y la experiencia de la mujer son dominantes. Por esto necesitamos la ciencia de la mujer.

Si partimos de la definición de Öcalan de que “la ciencia es la interpretación más avanzada del significado”, nos encontramos con una nueva perspectiva más allá de la ciencia positivista, que solo revela datos demostrables con métodos experimentales y observables, y fundamentada en hechos. Frente a los objetivos y métodos del positivismo, que explica la vida a través de hechos y la compartimenta, estableciendo una jerarquía, Jineolojî es una ciencia basada en el fluir de la vida. En esto se basa la comprensión científica de la sociología de la libertad. La definición de interpretación del significado que ha revolucionado nuestra percepción de la ciencia conlleva una serie de preguntas. Si la ciencia es la interpretación del significado, entonces ¿qué es el significado? ¿Cómo define Jineolojî estas palabras que usamos frecuentemente como significado, verdad, vida? ¿Qué se quiere decir con afirmaciones como “el significado es el potencial de la verdad” o “la verdad es amor, el amor es vida libre”? ¿Cómo podemos integrar una realidad construida sobre hechos concretos como la ciencia con afirmaciones tan abstractas? La respuesta a estas preguntas radica en el hecho de que Jineolojî es, en esencia, la ciencia de la vida. Especialmente en la actualidad, cuando ha aumentado enormemente la pérdida de significado y la vida se ha vuelto indefinible, Jineolojî como ciencia del significado es una ciencia que se enfrenta a la responsabilidad de descubrir y entender la integridad de la vida, desarrollando métodos adecuados para comprenderla, liberarla y conocerla.

Las epistemologías actuales muestran cómo la otredad de la mujer, es decir, su ontología, y su legitimación a través de la mitología, la religión, la filosofía y la ciencia, determinan en gran medida la investigación y la producción de conocimiento centradas en la mujer. Aspectos como la energía fluida, la menstruación o la inteligencia emocional son expresiones sutiles del vínculo de la mujer con la naturaleza. Sin embargo, vemos que precisamente estos aspectos son denigrados por el sistema dominante, mostrados negativamente, distorsionados de manera que constituyan la base de los ataques contra el ser de la mujer. Hay un sesgo muy consciente contra la mujer. Las características de la mujer se utilizan para esclavizarla, lo que se legitima mediante la mitología, religión, filosofía y ciencia. Jineolojî tiene la responsabilidad de abordar científicamente y descifrar todos estos juicios negativos, versículos o afirmaciones sobre el ser de la mujer, así como de reinterpretar su existencia. En un sistema en donde se concibe a la mujer como un bien o mercancía, que la mujer sea dueña de sí misma, en otras palabras, que sea “xwebûn”, también está conectado con estos procesos de concienciación. Jineolojî en este sentido es la ciencia del “xwebûn” de la mujer. Con respecto a este tema, durante una formación que hicimos en Kobane a un grupo de mujeres de varios grupos de edad, cuando preguntamos qué era “xwebûn”, cada mujer dio respuestas diferentes. La respuesta de Rim, una maestra de Kobane, fue muy impactante. Rim dijo: “No puedo decir que ‘xwebûn’ es esto o aquello. Porque no soy mía. Tengo dueño: mi padre, mi hermano mayor, y cuando me case también lo será mi esposo. Por eso no existe ‘xwebûn’ aquí”. La frase “cada mujer tiene un dueño” es un ejemplo que explica muy sencillamente la realidad de que las mujeres pertenecen a todos excepto a sí mismas. Jineolojî es la ciencia que estudia la realidad de que la mujer es ella misma, es decir, “xwebûn”, y que define y desarrolla su existencia.

Jineolojî se basa en un método que permite que las mujeres establezcan una conexión más sana y fuerte con sus propias raíces. Por esta razón, se ha convertido en una ciencia rápidamente adoptada sobre todo entre los sectores que han sufrido una ruptura con sus propias raíces y buscan su propio significado. Los estudios de Jineolojî conectan las luchas de diferentes mujeres, y al mismo tiempo educan a las mujeres y a la sociedad. Les permite entender que deben analizarse a sí mismas, y crear y desarrollar algo nuevo a partir de este conocimiento que ya existe en ellas, y que poseen ricas fuentes de conocimiento.

Precisamente por esto, incluso en lugares como América Latina, donde como Academia de Jineolojî no tenemos ninguna actividad estructurada, las mujeres abrazan Jineolojî y sienten que forman parte de ella. Asimismo, muchas mujeres de diversos países de Europa, después de conocer Jineolojî, han emprendido un viaje en busca de su propia historia y sus raíces. Esta búsqueda no permanece sólo como una búsqueda filosófica, sino que genera también una política. En este sentido, podemos destacar ejemplos muy impactantes, como los encuentros en los campamentos de Jineolojî de muchos grupos de mujeres que nunca antes se habían reunido. Las mujeres que buscan intensamente el reencuentro con sus propias raíces, y que tienen una actitud de libertad, poseen el potencial de transformar y embellecer cualquier entorno en el que se encuentren.

Lo que hace Jineolojî no es solo destruir el enfoque científico, patriarcal y positivista, sino que al mismo tiempo nos lleva a nuestras raíces. En todo el mundo, las mujeres han tratado de conectarse con estas raíces. Investigar la propia historia, la historia no escrita, las huellas o fuentes de resistencia nos dan una gran fuerza. Jineolojî nos ofrece también un marco común o un lenguaje común que conecta estas experiencias entre sí; profundizar y desarrollar estos aspectos, vinculado también a una determinada comprensión ética, nos lleva a preguntarnos por qué lo hacemos, porque en realidad luchamos por una sociedad libre, es decir, por la libertad de las mujeres. Desarrollar Jineolojî significa desarrollar alternativas a la mentalidad patriarcal, estatista y liberal. Jineolojî no es solo una teoría o algo del ámbito académico que se queda ahí, sino que vuelve a la sociedad. Así, la sociedad aprende este conocimiento y puede utilizarlo para gobernarse, ser libre, organizarse. Es un proceso de liberación individual y colectiva. En estos tiempos de guerra, injusticia, crisis social y económica global, necesitamos más que nunca pensamiento libre y una base de conocimiento y estructura de pensamiento común.

Aunque la revolución se identifica mayoritariamente con la oposición a algo, con derrocar ciertas cosas, es necesario considerar dentro del ámbito revolucionario cada paso, pequeño o grande, que contribuye al desarrollo positivo de la sociedad. Desde esta perspectiva, nuestro enfoque revolucionario, más allá de destruir y eliminar para construir algo nuevo, es, en palabras de Abdullah Öcalan, liberar a la sociedad moral y política para que pueda funcionar libremente. Podemos lograrlo mediante la construcción de un sistema alternativo, que desarrolle mecanismos sociales que hagan innecesarios el poder y el Estado, defendiéndonos contra sus ataques. Debemos hablar de defensa en un sentido amplio, que incluya tanto la protección contra ataques físicos y amenazas como la protección de nuestros sentimientos, pensamientos y forma de vida contra los ataques ideológicos neoliberales. Podemos hacer la revolución desarrollando métodos y formas que impidan que el capitalismo se apodere de todos los tejidos sociales de manera similar a como se propagan las células cancerosas. Porque el individuo y la estructura social que crea el capitalismo han perdido en gran medida su potencial revolucionario.

La revolución de las mujeres tiene como objetivo transformar la esclavitud femenina y la dominación masculina que domina todas las relaciones sociales. Esto incluye la concienciación y la organización que permitan a las mujeres tener voz y voluntad. También incluye la transformación de la institución familiar, de las relaciones entre mujeres y hombres, el desarrollo de una comprensión económica basada en el trabajo de las mujeres, el desarrollo del arte basado en la libertad de la mujer, el rechazo del militarismo y la violencia, y el desarrollo de la democracia. El enfoque histórico, el sistema económico, el estilo político en los que se basa la revolución de la mujer pueden ser posibles con el enfoque de una ciencia basada en el paradigma de la modernidad democrática; la realidad de este paradigma se basa en la libertad de la mujer, la ecología y la organización democrática de la sociedad.

Las mujeres que adquieren conciencia de libertad, intervienen en la ciencia con la conciencia de su poder para influir en la vida, la sociedad y las relaciones entre mujeres y hombres, ampliando los límites del conocimiento. Esto es importante porque lo que se considera conocimiento científico se ha determinado a lo largo de la historia fundamentalmente bajo la influencia del poder y la dominación masculina. Por eso, en lugar de establecer un método fijo y absoluto, buscamos un enfoque basado en la riqueza metodológica, que tenga en cuenta las deficiencias y limitaciones de cada método, con el fin de descubrir la verdad y el conocimiento de la mujer.

Jineolojî no es una receta que produce remedios para todo ni una varita mágica. Solo podemos realizar las utopías con lucha, resistencia y construcción de un sistema alternativo. Jineolojî puede contribuir con los conocimientos que genera. Pero incluso los pensamientos más bellos y correctos no pueden realizarse si no hay quien los aplique, y esté dispuesto a pagar el precio por ellos. La revolución de las mujeres es esencialmente un sistema alternativo que estamos realizando y construyendo. Si podemos producir conocimientos que contribuyan a esta construcción, y en la medida en que podamos ser una solución a los problemas que surjan en el proceso de puesta en práctica de ese conocimiento, habremos hecho realidad nuestras utopías. Jineolojî es un concepto apasionante. Pero en lugar de ser una promesa de paraíso, podemos decir que es crear las posibilidades de reconstruir la vida eliminando los obstáculos, las barreras y la suciedad que se interponen en el camino de la energía fluida de las mujeres. Podemos imaginarlo como una vida donde, con la transformación radical de las relaciones entre mujeres y hombres sobre la base de la igualdad y la libertad, las relaciones de poder y la monotonía en todos los ámbitos de la vida —el amor, el afecto, la política, la economía— llegarán a su fin.

Como Jineolojî es una ciencia que revela la conexión de la mujer con la vida y la sociedad, cuando hablamos de “vida jineolójica” nos viene a la mente una vida en armonía con la naturaleza, colorida, productiva, llena de vida, donde todas las personas tienen derechos iguales y construyen la vida en común aprovechando oportunidades iguales. Esto no es un sueño, es también una vida que vivimos.

En las comunas y en la vida guerrillera, el trabajo se realiza con la fuerza que crea la unión, el deseo por entender la naturaleza, la búsqueda de una valoración sólida del tiempo, el poder de sentirse mutuamente y hacerse felices, lo que representa el significado de la vida. Es decir, Jineolojî representa también la búsqueda de una vida con significado. Es la ciencia de la vida de los mártires que se sacrificaron por la vida y se manifestaron en la búsqueda de una vida significativa. Se convierte en una vida donde se revela tanto el equilibrio entre el individuo y la sociedad como la conexión del individuo y la sociedad con la vida. Se convierte también en la ciencia de cómo una guerrillera, con la conciencia de cómo construye la vida por sí sola durante días alimentándose de la naturaleza, se reviste del poder social.

FUENTE: Academia de Jineolojî / JinDergi / Jineolojî / Edición: Kurdistán América Latina

jueves, septiembre 18th, 2025