El reciente alto el fuego anunciado por el grupo militante kurdo PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán) en su lucha armada de décadas contra el Estado turco es una victoria para el pueblo de Turquía, que se traducirá en paz para la región de Asia Occidental y el mundo, afirmó un destacado líder prokurdo que desempeñó un papel crucial en la facilitación del acuerdo entre el líder del PKK, Abdullah Öcalan, y el gobierno de Erdogan.
En una entrevista escrita con The Hindu, Tuncer Bakirhan, copresidente del Partido para la Igualdad y la Democracia del Pueblo (DEM), afirmó que la India tiene una “mayor responsabilidad” de apoyar el acuerdo de paz, ya que la geografía kurda, que abarca partes de Turquía, Irak, Irán y Siria, mantiene estrechos vínculos de civilización con la India actual.
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“En la paz nadie pierde. Si gana el pueblo de Turquía, ganarán los pueblos de Asia Occidental y del mundo. En este contexto, es importante recordar los lazos históricos y culturales entre los kurdos y el pueblo indio. Ambos pueblos comparten raíces comunes, como parte de la familia lingüística indoeuropea. Muchas lenguas indoeuropeas, como el kurdo y el sánscrito, comparten una herencia lingüística común que se remonta a miles de años”, declaró Bakirhan, explicando que el acuerdo de paz entre el PKK y Turquía refleja la nueva realidad política que reemplaza el legado del Tratado Sykes-Picot de 1916, que permitió al Reino Unido y Francia dividir las antiguas zonas otomanas en dos esferas de influencia separadas con el apoyo de otras potencias como Italia y la Rusia zarista.
Bakirhan afirmó que los intercambios comerciales y culturales a lo largo de la historia han creado una continuidad entre la geografía kurda y la India.
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“Creemos que esta proximidad histórica y cultural confiere a la India una responsabilidad aún mayor. Por lo tanto, el apoyo que esperamos recibir de la India no es meramente diplomático, sino también una solidaridad natural derivada de los profundos lazos históricos entre estos dos pueblos hermanos”, declaró Bakirhan.
El último proceso de paz comenzó en octubre de 2024 después de que Devlet Bahçeli, presidente del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), hizo un llamamiento a la paz, que contó con el apoyo del líder del PKK, Abdullah Öcalan, quien se encuentra en prisión y quien, el 27 de febrero de 2025, pidió la disolución del PKK y su desarme.
El Partido DEM desempeña un papel delegado en este proceso de paz entre el Estado turco y Öcalan. Bakirhan y su equipo se han reunido con representantes del gobierno turco para apoyar el proceso de paz, ya que creen en una visión pluralista de la sociedad turca que incluya a todos los grupos, como kurdos, árabes, armenios, asirios, etc.
Sin embargo, el último alto el fuego dista mucho de ser perfecto, ya que Bakirhan confirmó que continúan los enfrentamientos esporádicos en diferentes partes de la región kurda, instando a que “los ataques y enfrentamientos deben cesar de inmediato. No deben realizarse operaciones durante dicho proceso y deben abandonarse las posiciones de combate activas”.
Argumentó que existe un enorme capital intelectual en Turquía para apoyar el proceso de paz, ya que la lucha entre el PKK y las fuerzas armadas turcas ha costado alrededor de dos billones de dólares. Turquía se ha convertido en una estructura económica y política que genera constantemente crisis. Por lo tanto, la dinámica regional está cambiando, y la dinámica interna de Turquía ha dado claras señales de que los conflictos no pueden continuar. Öcalan, al observar el estancamiento tanto interno como regional, ha tomado una decisión estratégica para fortalecer las bases para la paz, reflexionó Bakirhan.
FUENTE: Kallol Bhattacherjee / The Hindu / Traducción y edición: Kurdistán América Latina