Frenar la guerra: el movimiento kurdo propone paz

Tras 41 años de guerrillas kurdas por la autonomía y la construcción del confederalismo democrático —basado en la democracia directa, la liberación de las mujeres, la ecología y el internacionalismo—, el pasado 27 de febrero Abdullah Öcalan —líder del pueblo kurdo y fundador del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK)— llamó a “abandonar las armas” y a disolver el PKK.

Es desde Turquía y sobre ese andamiaje que se dirige la estrategia; allí la población kurda se cuenta en alrededor de 20 millones, y los partidos políticos kurdos ganan elecciones, pero son inmediatamente proscritos y sus referentes encarcelados.

Los bombardeos turcos sobre zonas kurdas son constantes, los ataques a la guerrilla se realizan empleando armas químicas prohibidas internacionalmente, se efectúan desplazamientos de comunidades, se prohíbe el uso de la lengua y se aplican políticas de muerte, sin embargo, las organizaciones y distintos frentes del pueblo kurdo crecen.

El Kurdistán no es un Estado-nación, es el territorio ancestral del pueblo kurdo. Se encuentra dividido entre cuatro países Turquía, Siria, Irán e Irak y tiene la marca de la violencia colonial: después de la Primera Guerra Mundial, las potencias occidentales trazaron estos Estados y fronteras a su conveniencia, sobre esas cicatrices se levantó una genealogías de resistencias.

Con el objetivo de entender el gesto de la paz, conversamos con Aida Fento, delegada del Movimiento de Mujeres de Kurdistán en Abya Yala.

-¿Qué condiciones generaron el llamado a la paz?

-Para hablar de qué está pasando en Kurdistán hay que hablar de qué está pasando en Oriente Medio, y hay una guerra terrible en marcha. En este contexto, el pueblo palestino está siendo masacrado. También hay ataques a Líbano, Siria, y recientemente en Irán. El objetivo es debilitar los Estados-nación para instalar gobiernos títeres y tomar el control de los recursos y el comercio. Especialmente quienes llevan la vanguardia de esta ofensiva son Estados Unidos, Israel e Inglaterra. En medio de esa guerra terrible, Abdullah Öcalan, líder del pueblo kurdo y del movimiento de liberación de Kurdistán, hace un llamado por la paz y la sociedad democrática. Como socialistas, siempre vamos a hacer un llamado a la paz, nunca vamos a estar a favor de la guerra. A pesar de que el PKK y Öcalan han intentado varias veces frenar la guerra con el Estado turco, esos procesos siempre fueron traicionados por Turquía.

En medio de esta ofensiva que hay sobre Oriente Medio, el Estado turco tiene miedo de que la misma llegue a sus puertas, porque obviamente es un Estado que tiene importancia estratégica y en algún momento van a intentar tomar el control de Turquía. Por ello, ante ese riesgo, y viendo que lleva décadas intentando tumbar al movimiento de liberación de Kurdistán, y no puede, pretende suavizar el conflicto interno y empezar un diálogo para una posible unidad por lo que puede venir. Entonces, Öcalan toma esa posibilidad y hace el llamado. Un llamado a la paz y a la sociedad democrática, un llamado que es condicional, porque hay condiciones. Por una sociedad democrática, lo que muchas veces se malinterpreta como ir al Parlamento. Pero la sociedad democrática es el paradigma de nuestro movimiento: la sociedad democrática es la que se autogobierna, que se organiza desde la base, con comunas, donde todas las personas participan en una democracia directa.

Aunque esa sociedad ya se está construyendo, sucede que, en medio de la guerra, muchas energías se destinan a la autodefensa militar. Por eso, Öcalan propone parar la guerra, para que el proyecto político de autogobierno pueda desarrollarse plenamente en las cuatro partes del Kurdistán.

-¿Qué implica el anuncio de disolución del PKK para el movimiento kurdo?

-El PKK es un partido que se fundó cuando no existía nada, el pueblo kurdo estaba al borde de la desaparición… Hoy en día, este sistema ya sobrepasó al PKK. Se disuelve no porque el Estado turco lo pida, sino porque ya lleva años discutiendo de que quizás es hora de cambiar el modelo de liderazgo y que este es un buen momento para sacar esa carta. Llevan tiempo pensando, porque todos los ataques turcos se justifican sobre el discurso de que el PKK es terrorista. Con esta fase refuerzan que están allí por el pueblo, y se disuelven porque el pueblo ya está organizado. Se busca un pueblo revolucionario, no un partido revolucionario. No es que con esto se garantice el cese de los ataques (bombardeos, persecuciones, desplazamientos, cárcel, torturas), pero ya lo tienen más difícil para justificarlo.

Las fuerzas de defensa del PKK son las que se van a disolver, pero eso es si las condiciones se cumplen. Hubo un congreso y el PKK tomó la decisión, pero dijo: “Hasta que no haya cambios, esta decisión no se va a ejecutar”. Ahora mismo hay ataques con bombas prohibidas internacionalmente en las montañas contra la guerrilla. La guerrilla sigue en posición de autodefensa. Ahora bien, no hay nada oficial que nos dé garantías.

Es un llamado estratégico, un cambio de fase que hace que el movimiento entre en un proceso de reformulación. Y eso es bueno, porque va a haber cambios a nivel de liderazgo, de militancia, de reorganización en torno al mismo paradigma. Se van a abrir las puertas a que la lucha se intensifique. Öcalan también ha señalado dos puntos para este llamado. Ha dicho: “En esta nueva fase, el liderazgo de las mujeres tiene que ser aún más importante y vamos a poner mucho del peso de la lucha en la línea internacional”.

-¿Qué sucede con Rojava (región autónoma al norte de Siria) en este proceso?

-Cuando hablamos de la disolución del PKK y de la guerrilla vinculada al PKK, no hay nada de Rojava que esté en discusión. Las fuerzas de autodefensa de Rojava son de Rojava, son autónomas. Las de Irán son de Irán. Las fuerzas de Shengal son de Shengal. Porque el confederalismo democrático se caracteriza por la autonomía de base y porque en cada territorio se organicen todas las dimensiones de la vida, entre ellas la autodefensa. Y Rojava tiene su propio proceso, porque en Siria, en medio de esta ofensiva sobre Oriente Medio, a principios de diciembre tumbaron al régimen de Bashar al Asad y hay un nuevo régimen islamista, fundamentalista islámico. Entonces, todo el statu quo se rompe en Siria y ahora mismo se producen negociaciones desde la Administración Autónoma del Noreste de Siria con este nuevo escenario.

De todos modos, sí se puede decir que el llamado resonará en todas las regiones del Kurdistán, porque hay varias condiciones: cambios legislativos, cambios en las instituciones, la libertad a Öcalan, la libertad a los presos políticos y leyes que reconozcan el estatus del pueblo kurdo y de los otros pueblos de Turquía, y den autonomía a las municipalidades para autogobernarse y a la sociedad para autoorganizarse. Porque ahora está prohibido todo. Ahora no se puede nada. Entonces, si eso funciona —y obviamente si se detienen los ataques del Estado turco—, eso va a fortalecer a Rojava, porque no va a estar siendo atacada (por el Estado turco), eso es lo que pasa desde que existe: constantemente hay guerra, todo el tiempo están matando gente, destruyendo lo que se construye en Rojava. Entonces, eso va a sentar un modelo.

La autodefensa no son solo las armas. Este proceso se abre para que la autodefensa ideológica y organizativa —que son las fuertes, las que realmente transforman— se fortalezca. No quiere decir que las comunidades se vayan a quedar sin autodefensa armada… pero la que transforma es la autodefensa organizativa, la ideológica, la del pensamiento, y la de generar una vida acorde a lo que pensamos: socialista, comunitaria. Nunca las armas fueron un fin.

El movimiento, desde el principio, es un movimiento ideológico que lucha por la transformación de la sociedad. El PKK está diciendo: “Nosotros nos podemos desarmar, no hay problema, porque ya no es necesario ni siquiera que el PKK proteja al pueblo, porque el pueblo se protege a sí mismo”.

Aida también se refirió a los vínculos de los feminismos que van desde el Abya Yala hasta Kurdistán, al surgimiento del movimiento kurdo y a la importancia de los procesos latinoamericanos e internacionalistas de la mano del Che Guevara. También señaló que las Madres de Plaza de Mayo fueron un ejemplo para las Madres del Sábado en Bakur (Kurdistán turco), y recordó la memoria de Alina Sánchez, Legerîn Çiya, médica internacionalista argentina y cordobesa, quien fue parte de las propuestas de salud del movimiento. Por último, adelantó que para 2026 se está organizando un encuentro de mujeres para poder caminar de manera conjunta.

FUENTE: Guadalupe Scotta / Enfant Terrible

miércoles, julio 9th, 2025