Los hongos del desierto, también llamados “hongos relámpago”, crecen justo después de la lluvia. Una razón por la que se desarrollan tan rápido es que el sol les proporciona energía que descompone las moléculas de nitrógeno en la atmósfera, formando óxidos de nitrógeno. Cuando llueve, transporta estos compuestos nitrogenados al suelo, actuando como fertilizante natural.
Los hongos contienen diversas vitaminas, minerales y antioxidantes. Son reconocidos como una fuente de nutracéuticos que equilibran los nutrientes, fortalecen el sistema inmunológico, mejoran la resistencia natural del cuerpo y reducen la propensión a las enfermedades. Si bien los hongos tienen muchos beneficios, los expertos advierten que solo se deben consumir aquellos que se sabe que son seguros, ya que algunos son sumamente tóxicos para los seres humanos.
Meryem Mihemed, residente de Til Temir, un pueblo del cantón de Jazira, en el noreste de Siria, sabe qué hongos son seguros para comer. Se gana la vida criando ganado y produciendo hongos. “Criar ovejas y gallinas es lo que más disfruto porque nos benefician”, comentó a JINHA.
“La primavera es la estación más productiva porque no hace ni demasiado calor ni demasiado frío, lo que proporciona un equilibrio perfecto. La primavera también es la temporada de recolección de hongos para nosotras. Los hongos son como una alternativa a la carne”, detalló.
Meryem explicó que en el noreste sirio crecen dos tipos de hongos, “uno es comestible y el otro es venenoso, conocido como ‘hongo de perro’”. “Como mujeres de la región, sabemos cuál es comestible. Cuando crecen hongos, tomamos nuestras bolsas y cuchillos y vamos a recogerlos”, resumió.
Meryem también dijo que “cuanto más cuides la tierra, más cosecharás. Debes cuidar la tierra. Los hongos crecen justo después de la lluvia. Tienen muchos beneficios para la salud”.
FUENTE: Sorgul Şêxo / JINHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina