El corredor Zangezur podría transformar el equilibrio de poder en el Cáucaso

Un acuerdo de 99 años sobre el corredor Zangezur, firmado entre Armenia y Azerbaiyán bajo mediación de Estados Unidos y conocido como el “Corredor Internacional Trump” (CIT), ha abierto la puerta a una nueva era en la región transcaucásica. Al otorgar los servicios de infraestructura del corredor a empresas estadounidenses, Washington busca establecerse en la región, mientras que actores como Rusia, Irán y China han reaccionado de diferentes maneras a este nuevo desarrollo.

El experto en política internacional y académico de la Universidad de Zurich, Toros Korkmaz, afirmó que el acuerdo reviste una importancia crucial tanto para el equilibrio regional como para la lucha por la hegemonía entre las principales potencias mundiales.

Korkmaz aseguró que la participación de Estados Unidos en el corredor Zangezur y la decisión de entregar sus servicios de infraestructura a empresas estadounidenses no es un simple paso técnico, sino un claro indicio de una nueva lucha por el dominio en el Cáucaso.

“Estados Unidos desea desempeñar un papel activo en la política del Cáucaso. La región transcaucásica, que incluye Armenia, Azerbaiyán y Georgia, ha estado bajo la influencia rusa durante mucho tiempo -explicó el académico-. Que Estados Unidos asuma la operación y la infraestructura de este corredor significa iniciar directamente una rivalidad hegemónica con Rusia”. 

Para Korkmaz, “esta medida no solo afecta a la región en sí, sino también a un esfuerzo por ganar influencia en las antiguas repúblicas soviéticas que se extienden hasta Asia central”.

A su vez, el experto en política internacional apuntó que la reacción de Moscú ante la entrada de Washington en la región sería inevitable y que esto, probablemente, tendría un impacto directo en la política interna de Armenia.

“El gobierno del primer ministro Nikol Pashinyan firmó este acuerdo para fortalecer los lazos con Occidente. Sin embargo, la oposición en el país argumenta que se debe evitar irritar a Rusia. El giro de Pashinyan hacia Occidente distancia a Armenia de sus aliados tradicionales, Rusia e Irán”, remarcó.

Korkmaz también subrayó que Armenia fue considerada, durante mucho tiempo, un país “patentado” por Rusia y ahora “Pashinyan está intentando romper con la dependencia tradicional, pero no será fácil. Rusia podría tomar medidas para debilitar la administración de Pashinyan”.

El académico destacó que el corredor Zangezur es un nudo crítico en la competencia entre las potencias mundiales: “Estados Unidos, a través de este corredor, pretende atraer a Azerbaiyán, Armenia y Turquía a su lado. Al mismo tiempo, esto representará un obstáculo a largo plazo para el proyecto chino de la Franja y la Ruta. El control del corredor determinará el equilibrio de poder entre Estados Unidos, Rusia y China”. 

“Si bien la entrada de Estados Unidos en la región debilitará la influencia de Rusia, la presencia regional de China también se verá perjudicada. Sin embargo, Rusia e Irán no se quedarán de brazos cruzados; desarrollarán contramedidas”, advirtió.

Korkmaz se refirió al rol de Turquía y su triunfo alcanzado con el acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán, aunque alertó que “esa ventaja” conlleva riesgos a largo plazo.

“Sin una conexión terrestre directa entre Najicheván y Azerbaiyán, Turquía, a través de este corredor, establecerá una conexión por carretera con Azerbaiyán y las repúblicas turcas de Asia central -detalló-. Para los nacionalistas turcos, esto representa una gran victoria. Sin embargo, las reacciones de Rusia e Irán podrían tensar las relaciones de Turquía con estos países. Si bien puede parecer beneficioso a corto plazo, las tensiones geopolíticas podrían aumentar a mediano plazo”.

Korkmaz indicó que Armenia no cedió el corredor en sí a Estados Unidos, sino solo los servicios de infraestructura. “Armenia quiere romper con su aislamiento regional y poner fin a la hegemonía rusa acercándose a Occidente -expresó el académico-. Sin embargo, con la presencia duradera de Estados Unidos, el equilibrio de poder en la región podría transformarse por completo. El dominio ruso, que se extendió durante un siglo, está llegando a su fin. Esto también afectará a actores regionales como China e Irán, obligándolos a desarrollar nuevas estrategias. Aunque el riesgo de conflicto en la región sigue siendo alto. Es probable que Rusia adopte fuertes contramedidas para mantener su influencia en Armenia y Azerbaiyán. La estabilidad y la paz regionales son ahora más frágiles que nunca”.

FUENTE: Ishak Dursun / ANF / Edición: Kurdistán América Latina

martes, agosto 12th, 2025