Campesinas de Zirgan: proteger la naturaleza de los ataques turcos + Video

La guerra y los conflictos no sólo afectan a los seres humanos, sino también al ecosistema. Los métodos utilizados en la guerra y los conflictos provocan contaminación ambiental y destrucción de la biodiversidad.

El Estado turco, que ocupa el norte y el este de Siria, ha intensificado sus ataques, matando e hiriendo a civiles y desplazando a miles de personas. El Estado turco sigue cometiendo crímenes contra la humanidad y la naturaleza utilizando todo tipo de métodos y herramientas de guerra.

240.000 acres de tierra bajo ocupación

Según las instituciones agrícolas de la ciudad de Zirgan, situada en la zona rural noroccidental de Hasakah, la ciudad tiene 400.000 hectáreas de tierras agrícolas. De esas 400.000 hectáreas, 160.000 están bajo el control de la Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria (AADNES) y otras tierras agrícolas están bajo ocupación. Los agricultores utilizan 582 pozos de agua de la ciudad, han plantado 74.000 hectáreas de trigo y 20.000 hectáreas de habas y garbanzos, y 10.000 hectáreas de cilantro. Alrededor de 100 pozos de agua de la ciudad están inutilizables debido a los ataques turcos de los últimos dos años y al terremoto que se produjo el 6 de febrero de 2023.

“Los continuos ataques turcos también afectan a la agricultura”, afirman las campesinas de la ciudad.

Los continuos ataques turcos han desplazado a muchos agricultores de la aldea de Um Hermela, entre ellos Şaha Mihemed. “Debido a los continuos bombardeos, tuvimos que abandonar nuestra aldea llevándonos con nosotras nuestras gallinas y vacas”, dijo Şaha a JINHA. “Teníamos nuestras propias tierras agrícolas en la aldea, pero ahora no tenemos nada”, agregó.

“Nuestras tierras agrícolas están destruidas y su naturaleza está contaminada debido a los bombardeos -enfatizó Şaha Mihemed-. Queremos regresar a nuestra casa, a nuestro pueblo. Exigimos el fin de los ataques turcos para poder regresar a nuestro hogar sanas y a salvo. Queremos volver a producir porque la producción significa vida”.

“Nuestra seguridad alimentaria está en riesgo”

Hediya El-Ibêd, una agricultora de la aldea Mergeda, en Hasakah, vive en Zirgan desde hace cuatro años. “Nuestras tierras agrícolas han resultado dañadas por los ataques turcos. Dos de mis vacas resultaron heridas y dos de mis cabras murieron por los ataques turcos”, dijo Hediya. “Nuestra seguridad alimentaria está en peligro debido a los ataques turcos porque dañan los cultivos”, denunció.

Hediya también pidió a las organizaciones ecologistas que alcen la voz contra los ataques turcos y protejan la naturaleza. “Debemos proteger juntas las tierras agrícolas de los ataques turcos”, finalizó.

FUENTE: Sorgul Êxo / JINHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

miércoles, enero 15th, 2025