Agua en Mesopotamia: crisis, justicia y gobernanza compartida

El Segundo Foro del Agua de Mesopotamia, que se celebrará en Amed (Bakur, Kurdistán turco), plantea la búsqueda de una gobernanza democrática y ecológica como respuesta a la creciente crisis hídrica de la región. El foro busca definir un nuevo marco que guíe las futuras políticas hídricas en toda la región.

El Tigris y el Éufrates, ríos vitales de Mesopotamia a lo largo de los siglos, se han utilizado cada vez más como instrumentos políticos en las últimas décadas, especialmente como herramientas de presión geoestratégica. El Segundo Foro del Agua de Mesopotamia, que se celebra del 17 al 19 de octubre bajo los auspicios de la Municipalidad Metropolitana de Amed (Diyarbakır), tiene como objetivo examinar las consecuencias de esta instrumentalización y debatir posibles alternativas. Busca crear una plataforma regional para el diálogo sobre la distribución equitativa y el futuro de estas masas de agua.

El hecho de que el Foro, celebrado por primera vez en Sulaymaniyah (Bashur, Kurdistán iraquí) en 2019, se organice después de seis años demuestra la gravedad y la urgencia de la crisis del agua en la región.

Crisis regional del agua

La vasta cuenca del Tigris y el Éufrates abarca Turquía, Siria, Irak e Irán, y su agua satisface las necesidades de consumo, agricultura y energía de millones de personas. Sin embargo, el creciente número de proyectos de presas, el consumo descontrolado de agua y el cambio climático de las últimas dos décadas han alterado gravemente el equilibrio ecológico de la cuenca. En declaraciones a The Amargi, Ercan Ayboğa, del Movimiento Ecológico de Mesopotamia y miembro del comité organizador del foro, resume el origen de la crisis: “Mesopotamia es una región dividida en cuatro partes, pero la mentalidad de los Estados es la misma. No ven el agua como una fuente de vida, sino como una herramienta económica y política. Por esta razón, la crisis tiene un carácter mucho más profundo y estructural que el propio cambio climático”.

Según Ayboğa, las políticas erróneas han alterado permanentemente el ciclo del agua: “El acceso al agua es injusto; las aguas se están contaminando y su volumen está disminuyendo. Miles de personas se han visto obligadas a migrar debido a las presas. En las cuencas bajas, especialmente en Siria e Irak, el acceso al agua es cada vez más restringido. El caudal del río Éufrates se ha reducido a la mitad en comparación con hace cincuenta años “.

Pero el problema no se limita a las cuencas bajas. Injusticias similares también se producen en el norte de Mesopotamia. Las aguas de los embalses de las presas han sido monopolizadas por grandes empresas. Las comunidades locales no pueden satisfacer sus necesidades básicas de agua. Ha surgido una jerarquía de clases, donde la distribución del agua está controlada por un sistema basado en el dinero. Ayboğa señala la monopolización del agua como la causa fundamental de esta desigualdad: “El Estado controla el agua. Los municipios, las administraciones locales y la sociedad civil no tienen voz ni voto. Existe una planificación centralizada, y las administraciones locales están excluidas de esta distribución”.

La politización del agua

Las presas construidas por Turquía en el marco del Proyecto del Sudeste de Anatolia (GAP) son un ejemplo importante de esta instrumentalización. La capacidad de almacenamiento de agua en las cuencas altas del Éufrates y el Tigris restringe gravemente el caudal hacia las cuencas bajas, especialmente en Siria e Irak.

Ayboğa interpreta esta situación como lo opuesto a la “seguridad hídrica”: “Los Estados utilizan el agua como herramienta de seguridad y, al hacerlo, amenazan la seguridad de otras personas. Turquía lo deja muy claro al cortar el suministro de agua al norte y este de Siria, especialmente durante los meses de verano. En primavera y verano, el caudal desciende a tan solo 200-250 metros cúbicos por segundo. El riego y el agua potable se ven directamente afectados por esto, convirtiendo el agua en un arma. En Irak, Turquía no puede cortar el suministro de agua tan drásticamente, pero lo utiliza como medio de presión en sus negociaciones con el Estado”.

En busca de la gobernanza democrática del agua

Dadas estas circunstancias, el foro que se celebrará en Amed destaca por ser una plataforma política donde se debatirá una nueva comprensión de la gobernanza, trascendiendo con creces un evento ambiental meramente técnico. Entre los convocantes del foro se encuentran la Municipalidad Metropolitana de Amed, el Movimiento Ecológico de Mesopotamia, la Campaña para Salvar el Tigris, las Juntas de Coordinación Regional de la Unión de Cámaras de Ingenieros y Arquitectos de Turquía, las asociaciones ecologistas de Wan y Mêrdîn, así como diversas instituciones de Irak y Siria.

En el evento de tres días, los debates se centrarán en repensar el agua más allá de ser un “recurso natural”, sino en su papel como generador de paz y solidaridad. En la primera sesión, ecologistas de Irán, Irak, Siria y Turquía presentarán la situación hídrica regional en un panel titulado “El estado del agua en todas las regiones de Mesopotamia”. En la segunda sesión, la doctora Beyza Üstün, Agit Özdemir y Hussein Ali Hussein debatirán la actual crisis del agua bajo el tema “Análisis y perspectivas de las políticas hídricas”. 

La Plataforma de Ecología del Noreste de Siria también contribuirá a esta sesión a través de un enlace de vídeo.

Tres temas, un objetivo compartido

Durante el segundo día del foro, las discusiones se profundizarán a través de tres talleres paralelos:

-Agua, paz y libertad: cómo se relaciona el agua con la justicia social, el papel de la mujer y los derechos de la naturaleza.

-La gestión del agua en Mesopotamia y la liberación de las cuencas hidrográficas: la destrucción causada por los proyectos de desarrollo y las presas, la participación de las administraciones locales y las soluciones comunitarias.

-Diplomacia del agua impulsada por la gente: colaboraciones locales transfronterizas y diplomacia no estatal; la idea de formar una coalición del agua que conectaría ciudades como Amed, Mosul, Basora y Ahwaz.

Ayboğa afirma que estos tres temas nutrirán la visión de una “gobernanza democrática y ecológica del agua”: “El agua no es solo un derecho humano; es un derecho a la vida. Por ello, la consideramos parte de la propia lucha democrática. La gobernanza del agua debe organizarse a nivel local y basarse en principios democráticos. Es necesario establecer mecanismos democráticos a nivel de cuenca, con la participación de las administraciones locales y la sociedad civil. El foro abre este enfoque al debate”.

El último día, el foro comenzará con una sesión general donde se compartirán los resultados de los debates de tres días. Se presentarán los informes elaborados en los talleres y se anunciará al público la declaración conjunta del foro. El evento finalizará con una visita al río Tigris y a los Jardines de Hevsel.

Un nuevo terreno para la cooperación regional

Un objetivo adicional del foro es facilitar la coordinación de las administraciones locales transfronterizas. Al respecto, Ayboğa asevera: “Deberían establecerse uniones democráticas y ecológicas para la gestión del agua entre las ciudades de Mesopotamia. Esta red podría crear una fuerza capaz de equilibrar la hegemonía de los Estados”.

Esta propuesta redefine el agua en Mesopotamia, no sólo como una fuente de conflicto, sino como un elemento con potencial para la cooperación. 

De Sulaymaniyah a Amed

La declaración final del primer Foro del Agua de Mesopotamia, celebrado en 2019 en la Universidad de Sulaymaniyah bajo el título “El agua en Mesopotamia bajo ataque”, sentó las bases para los debates de hoy. La declaración identificó la extracción excesiva de agua, la deforestación, las aguas residuales sin tratar y la destrucción ecológica causada por los proyectos de presas y canales.

Tras un intervalo de seis años, el segundo foro busca convertir estas conclusiones en un plan de acción. Según Ayboğa, no se trata simplemente de una reunión ambiental: “Este foro es un paso hacia el desarrollo de una política hídrica común por parte de las administraciones locales y la propia población, frente a la hegemonía de los estados. Las ciudades de Mesopotamia deben actuar juntas para proteger y compartir el agua de forma justa”.

FUENTE: Rengin Azizoğlu / The Amargi / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

viernes, octubre 17th, 2025