Roken Nakhda: la liberación comienza con la organización de las mujeres

Al cumplirse una nueva conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, los indicadores de esta violencia están aumentando de manera preocupante tanto a nivel estatal como social, incluidos los casos de violación.

Para analizar las causas de este peligroso aumento de la violencia contra las mujeres y las formas efectivas de contrarrestarlo, JINHA realizó una entrevista con Roken Nakhda, integrante del Consejo de Coordinación de la Sociedad de Mujeres Libres en el Kurdistán Oriental (KJAR).

Respecto al aumento de la violencia contra las mujeres en las guerras que se libran en Medio Oriente, África y el resto del mundo, Nakhda cree que esta escalada es el resultado de un choque entre dos mentalidades opuestas: una mentalidad colonial, patriarcal y autoritaria, y una mentalidad feminista liberadora. Explicó que los sistemas patriarcales, reforzados por los gobiernos, no toleran las voces de las mujeres que exigen libertad y, en ocasiones, recurren al asesinato para silenciarlas.

También señaló que las leyes en Irán, bajo la República islámica, otorgan protección legal a los hombres que cometen actos de violencia, lo que permite a muchos eludir el castigo. Por lo tanto, las raíces de la violencia contra las mujeres se originan en políticas estatales hostiles hacia ellas, que colocan a los hombres en una posición de impunidad, advirtió.

Nakhda enfatizó que el camino hacia la liberación comienza con la organización de las mujeres y remarcó que la resistencia a las mentalidades autoritarias sólo puede lograrse mediante la conciencia colectiva y la fuerza unificada. Sin organización es imposible enfrentar un sistema que busca excluir a las mujeres —e incluso a la naturaleza— de la vida pública, expresó.

Al ser consultada de si las mujeres son las más vulnerables en las guerras, contestó: “A pesar de la enorme riqueza de Medio Oriente en petróleo, gas y tierras fértiles, se ha convertido en un campo de batalla perpetuo debido a la intervención de potencias hegemónicas como la OTAN, Estados Unidos e Israel, que buscan consolidar sus proyectos coloniales manteniendo la región en la pobreza, la inestabilidad y la violencia. En estas circunstancias, las mujeres son las principales víctimas de las guerras y las crisis”.

“Las mujeres y los niños son blanco de ataques debido a su resiliencia ante la ocupación -alertó la integrante de la KJAR-. Las mujeres están profundamente conectadas con la tierra, la identidad y la comunidad, y rara vez abandonan su tierra natal. Los ocupantes recurren a medidas represivas como la violencia sexual, el secuestro y la esclavitud para doblegar su voluntad. El objetivo principal es destruir a las mujeres, que son la piedra angular de la sociedad, desmantelando así por completo la estructura social”.

Respecto a cómo las mujeres pueden combatir las mentalidades patriarcales y de género, Nakhda enfatizó que organizar a las mujeres no es solo una opción, sino una necesidad, como lo demuestra la revolución de las mujeres en el norte y el este de Siria. “Esta experiencia demostró que las mujeres, al comprender las raíces del sistema patriarcal y unirse en torno a la filosofía de la ‘mujer libre’, inspirada por Abdullah Öcalan, recuperaron su liderazgo y capacidad organizativa, convirtiéndose en una fuerza poderosa en las esferas militar, social y política en las cuatro partes de Kurdistán”, estimó.

A su vez, destacó que la participación de mujeres de diversos grupos étnicos —kurdos, árabes, asirios, siríacos y armenios— en las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) creó un modelo único de resistencia contra la ocupación y el patriarcado. 

“Mediante la organización en múltiples ámbitos, las mujeres del norte y el este de Siria derrotaron a ISIS en Kobani, demostrando que las mujeres son capaces de defender su tierra y liderar la sociedad, convirtiendo su experiencia en un modelo a seguir en todo Medio Oriente”, enfatizó.

Nakhda puntualizó que las luchas de las mujeres en todo el mundo son similares y que al inspirarse en las experiencias de las mujeres del norte y el este de Siria, estudiar Jineoloji y construir estructuras organizativas compartidas, las mujeres pueden liberarse de la dominación y la violencia masculinas, creando una realidad más justa y libre.

En cuanto al papel fundamental que desempeñaron las mujeres en Irán durante el levantamiento de “Jin, Jiyan, Azadî” (Mujer, Vida, Libertad) y la Guerra de los Doce Días entre Tel Aviv y Teherán, y la violencia que ahora enfrentan, indicó que en los últimos cuatro años, mientras continúa la movilización popular, las autoridades iraníes han intensificado sus políticas represivas contra las mujeres bajo una mentalidad autoritaria patriarcal que aún se niega a reconocer los derechos de las mujeres y las demandas democráticas de la sociedad. 

“Este sistema, incapaz de responder, no encuentra otra forma de sobrevivir que la represión y la violencia, mientras que las mujeres, a través de este movimiento, se esfuerzan por construir una sociedad democrática, a lo que el régimen contrarresta con un aumento de los asesinatos y la brutalidad”, aseguró.

Nakhda elogió la resiliencia de presas políticas como Zeinab Jalalian, Risha Moradi, Bekhshan Azizi, Sharifa Mohammadi y otras, afirmando que representan la voz de todas las mujeres iraníes. “Su resistencia dentro de las cárceles se ha convertido en un símbolo de la firmeza de las mujeres”, añadió. 

Por último, dijo que las mujeres en Irán deben organizarse, continuar su lucha y presionar al régimen para que anule las sentencias injustas y ponga fin a los cargos falsos contra estas activistas.

FUENTE: Shahla Mohammadi / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

martes, noviembre 25th, 2025