La agencia de noticias ANF (Firat News) publicó una serie de artículos referidos a la importancia de las comunas en la sociedad, las experiencias actuales de este tipo de organización y su vinculación con el Movimiento por la Liberación de Kurdistán y su líder, Abdullah Öcalan.
A continuación publicamos la cuarta entrega de la serie de artículos. Para leer la primera parte, click aquí; la segunda, click aquí; la tercera, click aquí.
Las comunas son el modelo organizativo más pequeño dentro de la estructuración social. Sin embargo, este modelo constituye en realidad los pilares de una estructura organizativa mucho más amplia. Por esta razón, las comunas no pueden ser formaciones de un solo tipo. No se puede imaginar que el sistema de pensamiento de un solo sector domine en su interior. Como estructura horizontal, las comunas son formaciones en las que cada sector puede expresarse y participar en la toma de decisiones. Por tanto, ni siquiera las estructuras comunales pueden concebirse con la mentalidad de una disciplina organizativa uniforme.
Las comunas que son dirigidas desde otro lugar o que dependen de una autoridad externa acaban convirtiéndose en estructuras títere que implementan las decisiones de un cuerpo central, en lugar de tomar decisiones basadas en sus propias condiciones específicas.
Por eso, el sistema comunal es un sistema que el capitalismo y la comprensión del socialismo real no aceptan y desprecian. Las comunas son un sistema con muchas ramas, como las comunas del hogar, de niños, de mujeres, de jóvenes, de ancianos, de aldeas y de barrios.
No son, como las define el capitalismo, “un grupo de personas que comparten las mismas ideas” o “un grupo cerrado”, sino un sistema organizativo abierto al desarrollo y al cambio.
¿Qué son las comunas del hogar?
Las comunas del hogar son la unidad organizativa más básica y pequeña. En este modelo, una familia que vive en una sola casa se organiza; al estructurar su vida diaria, su economía y su futuro sobre una base correcta y ética, avanza hacia una forma de vida justa.
El aspecto más importante aquí es la destrucción de la mentalidad que el capitalismo impone insistentemente de que “el padre es el cabeza de familia” y la encarnación de la definición del Movimiento de Liberación de Kurdistán (MLK) de una vida libre e igualitaria. El concepto que Abdullah Öcalan llama “la liberación del individuo” es, en realidad, una situación que comienza dentro de la familia y toma forma allí.
Una persona que no es libre dentro de la familia, que depende de alguien y necesita de otra persona, nunca podrá ser libre en la vida social. Por esta razón, el primer paso debe darse dentro del hogar.
La lógica básica de las comunas del hogar es que todos los que viven en la casa participen en la vida como iguales, sin restricciones; que se adopte una postura común ante los problemas, y que cada miembro participe de forma práctica en todos los procesos éticos y económicos. Si se logra esa participación, desaparecerán los campos de dominación dentro del hogar; nadie tendrá autoridad sobre otro, y se darán los primeros pasos hacia una vida libre basada en el compartir.
La forma práctica del concepto que Abdullah Öcalan define como “vida libre e igualitaria” es la comuna del hogar. Ninguna vida es libre si no existe el compartir. Sin palabra compartida, sin toma de decisiones compartida y sin planificación compartida, una persona tampoco puede convertirse en un individuo correcto y libre en la sociedad.
Depender de alguien incluso para un pedazo de pan dentro del hogar, o hacerlo sentir dependiente, significa ser reducido y menospreciado. En un hogar que se ha convertido en comuna, la noción de dependencia y subordinación desaparece, y en lugar del “cabeza de familia” surge un espacio de vida compartida y libre.
Comunas de niños, mujeres y jóvenes
Las comunas son el enfoque correcto porque abordan los problemas específicos de cada comunidad. Cada comunidad debe poder convertirse en una solución a sus propios problemas, expresar sus propios asuntos y articular sus propias demandas.
La forma de lograrlo es que cada comunidad cree su propia comuna. Esto es exactamente lo que se quiere decir cuando hablamos de una “comuna de niños”. Cada palabra que los niños expresan sobre su propio mundo y sus propios problemas, en un sistema donde el capitalismo les enseña que no tienen derecho a hablar, es un paso que les permite convertirse en individuos libres. Y este paso se da construyendo comunas.
Si dentro de las comunas se da voz a todos y no se menosprecia a nadie, el resultado será tanto el desarrollo de la propia comuna como el desarrollo de la sociedad en la dirección correcta. Las comunas de mujeres, de jóvenes, de ancianos e incluso de personas enfermas pueden darse como ejemplos, al igual que las comunas de niños.
Comunas de calle, barrio y distrito
Las comunas de calle son la forma de organización más importante que surge después de las comunas del hogar. Son formaciones a través de las cuales se pueden organizar estructuras que aborden los problemas de la calle y de la vida en la calle; son el producto de hacer de la propia calle un espacio seguro y habitable.
Esto se hace mediante la selección, por cada comuna del hogar, de un representante para la comuna de la calle. Pero también debe aclararse que el hecho de que se elija a una persona no significa que los demás no puedan hablar o tener voz. Todos tienen derecho a expresarse.
Como los que viven en una calle conocen mejor sus problemas, las comunas de calle constituyen un pilar importante para la organización y gobernanza locales. La gente prioriza y planifica sus problemas y envía a sus representantes a la comuna del barrio. Las comunas de barrio evalúan y planifican los asuntos y propuestas que traen los representantes de las calles y las llevan a la comuna del distrito.
La comuna del distrito transmite luego estos problemas y propuestas a la administración local según su urgencia. Para cada asunto que pueda resolverse a través de los municipios del distrito, el municipio se convierte en la dirección correspondiente. Pero no termina ahí. Los representantes elegidos por la comuna del distrito son enviados a la comuna de la ciudad. La comuna de la ciudad reúne las opiniones y propuestas de todos los distritos, barrios y calles, las comunica al municipio de la ciudad y garantiza su implementación.
También vale la pena decirlo: no todo tiene que esperarse de una clase dirigente. Aparte de las tareas municipales, el problema del desempleo en una calle puede resolverse directamente por sus propios residentes, sin siquiera acudir al municipio. Por ejemplo, abrir un pequeño taller de confección en la calle podría proporcionar trabajo a los vecinos. Los productos cubrirían los salarios y mantendrían el taller en marcha, y lo que quedara podría utilizarse para resolver alguno de los problemas de la calle, sin necesidad de acudir a las autoridades locales.
De este modo, ninguna comuna se vuelve dependiente de una clase gobernante y puede existir en su propio ámbito específico. Como las comunas se organizan basándose en su propia realidad local y en las diferencias que esa localidad aporta, deben preservar sus características específicas y actuar en consecuencia. Cualquier dependencia de otra autoridad daña, e incluso destruye, la postura independiente y libre que requieren las comunas.
El efecto más importante aquí es que el pueblo, completamente y en todos sus sectores, se convierte en parte de la gobernanza. Todos los problemas y propuestas son determinados por quienes viven en esos hogares y se convierten en un plan compartido. Este plan se presenta ante la administración local, y se impulsa a los municipios a producir soluciones y tomar en serio esas propuestas. Como todos los representantes comunales son elegidos por el propio pueblo, las administraciones locales deben tener en cuenta estas comunas y actuar conforme a sus decisiones. De esta manera, surgirá una nueva vida junto al pueblo y con la contribución de todos los sectores de la sociedad.
Abdullah Öcalan, en sus evaluaciones sobre la resolución de los problemas desde su origen, explica la importancia de la construcción de comunas y enfatiza que las soluciones locales son más importantes y efectivas que las soluciones centralizadas. Öcalan dice: “Los problemas sociales tienen la siguiente característica: donde los problemas se han intensificado, es precisamente donde las soluciones han madurado. Un problema que no puede resolverse no puede imaginarse. Las condiciones de espacio y tiempo en las que se desarrollan los problemas también contienen en sí mismas las condiciones para su solución”.
La idea del individuo libre y la sociedad libre que Abdullah Öcalan quiere crear surge precisamente en este punto. Un individuo libre crea una sociedad libre. El primer paso para ello es la construcción de comunas y la expansión de un sistema democrático deliberativo en todos los sectores de la sociedad. Las comunas no requieren necesariamente una administración socialista; también pueden existir dentro de un Estado nación. Lo único necesario es abrir el camino para que la gente se organice y regule su propia vida.
Aquí, el factor más importante son las administraciones locales. No solo los municipios, incluso los mukhtares de barrio son espacios de administración local, y con un enfoque correcto pueden convertirse en áreas que aceleren la construcción de comunas.
Autodefensa y comuna
Uno de los pilares más importantes que permite a las comunas mantenerse sobre sus propias realidades locales es la autodefensa. La autodefensa es menos una unidad militar convencional que un sistema para proteger el área en la que existe una comuna, una protección contra los ataques del sistema capitalista y, dentro de un Estado nación, contra las agresiones de la lógica estatal nacionalista.
Como las comunas actúan en contra de la lógica del Estado nación y representan una forma de gobernanza libre en la que participa cada sector de la sociedad, serán constantemente atacadas. Por esta razón, una fuerza de autodefensa siempre ocupa un lugar importante para las comunas.
Estas unidades de autodefensa no deben imponerse desde fuera; deben ser elegidas desde dentro de la propia comuna y existir como parte de su propio tejido organizativo. La autodefensa es crucial para preservar la existencia de la comuna y neutralizar los intentos, especialmente los desarrollados por los aparatos de guerra especial, de corromper y degradar a la comunidad. En otras palabras, las unidades de autodefensa no deben considerarse meramente formaciones armadas: en comunidades sometidas a ataques dirigidos a la degeneración moral y social, estas unidades deben proteger la supervivencia de la comuna y evitar cualquier agresión destinada a destruirla.
YDG-H como práctica de autodefensa
Tras el Frente Nacional de Liberación de Kurdistán (ERNK), las prácticas comunales continuaron organizándose como la Iniciativa Popular de Kurdistán y las Asambleas Populares. Uno de los pilares más importantes del trabajo comunal en ese período, el sistema de autodefensa, se organizó bajo el nombre de Movimiento Revolucionario Juvenil Patriótico (YDG-H).
A diferencia de las estructuras juveniles anteriores, el YDG-H no era simplemente una formación que participaba en enfrentamientos urbanos o realizaba acciones armadas; se convirtió en una fuerza que protegía a la sociedad kurda y a otros pueblos en los barrios frente a los ataques del sistema y las prácticas de guerra especial. Se transformó en un espacio organizativo no solo para los jóvenes kurdos, sino para todos los jóvenes que adoptaban las ideas de Abdullah Öcalan y la ideología del MLK. En los barrios donde existía, logró organizarse como una fuerza de autodefensa.
Con sus intervenciones en los problemas del vecindario, y especialmente con el trabajo realizado contra los ataques de guerra especial dirigidos a los barrios (como las drogas, la prostitución y la creación de redes de mercenarios), el YDG-H fue reconocido y asumido por la sociedad entre 2013 y 2016 en los barrios donde vivía población kurda, tanto en Kurdistán como en Turquía.
Los miembros del YDG-H también se posicionaron no solo contra los ataques de la guerra especial, sino contra personas e instituciones que intentaban corromper la sociedad e integrarla en el sistema. Era una estructura formada por jóvenes que vivían en los propios barrios, que conocían sus problemas y estaban enraizados en ellos. Por esta razón, podían intervenir en los problemas cotidianos de sus áreas y realizaban esfuerzos para buscar soluciones.
El YDG-H se disolvió al integrarse en una estructura diferente durante el período de la resistencia de la autoadministración. Sin embargo, dejó muy claro cómo debe funcionar una rama de autodefensa dentro de la organización comunal.
Abdullah Öcalan, al explicar la importancia que otorga a las comunas y su poder organizativo, expresó las siguientes palabras: “Por ejemplo, si fuera yo, no importa adónde me llevara mi camino, a mi propio pueblo, al monte Judi, a los pies del monte Cilo, al área alrededor del lago Van, a las montañas de Ağrı, Munzur o Bingöl, a las orillas del Éufrates, del Tigris o del Zap, a las llanuras de Urfa, Muş o Iğdır, actuaría como si hubiera salido del Arca de Noé después de un diluvio aterrador. Así como Abraham escapó de los Nimrod, Moisés de los Faraones, Jesús de los emperadores romanos y Mahoma de la ignorancia, yo huiría de la modernidad capitalista y me apoyaría en la pasión de Zaratustra por la agricultura y su amistad con los animales (el primer vegetariano). Inspirándome en estas personalidades históricas y en la realidad de la sociedad, comenzaría mi trabajo.
”La cantidad de tareas que emprendería sería inimaginable. Podría comenzar de inmediato con comunas de aldea. Qué entusiasta, liberador y saludable sería construir una comuna de aldea cercana al ideal. Qué creativo y liberador sería formar y operar una comuna o un consejo de barrio o ciudad. Imaginen lo que podría implicar crear una academia, una cooperativa o una comuna fabril en una ciudad.
”Formar los congresos generales de democracia popular, establecer asambleas, hablar dentro de estas instituciones, trabajar allí, cuánta honra y orgullo traería. Como puede verse, así como no hay límite para los deseos y las esperanzas, no hay ningún obstáculo serio para su realización, salvo el propio individuo. Mientras exista un poco de honor social, y algo de amor y razón”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina