En una entrevista exclusiva con The Amargi, el destacado comandante kurdo Sipan Hemo, miembro del Comando General de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y del comité militar que negocia con el gobierno de Damasco, confirmó que las conversaciones entre las FDS y Damasco se han estado llevando a cabo desde el 10 de marzo. Estas negociaciones, según indicó, se realizaron tras el acuerdo entre el presidente interino sirio Ahmed al Sharaa y el general de las FDS, Mazloum Abdi, y se celebran bajo el auspicio y con garantías de Estados Unidos. Hemo señaló que el proceso forma parte de un plan estadounidense más amplio que Washington supervisa de cerca, y que continúa presionando a ambas partes para que alcancen un acuerdo integral y duradero.
Hemo reveló que Damasco propuso recientemente integrar a las FDS como un bloque dentro del ejército sirio, solicitando una base de datos de sus comandantes: “Tal solicitud no es posible en este momento”, afirmó, “ya que las FDS y el ejército sirio son dos fuerzas distintas y rivales”. Enfatizó que proporcionar dichos datos solo será posible una vez que ambas partes se unifiquen, cuando las FDS se conviertan en el núcleo de un ejército sirio unificado, momento en el que se podrían compartir con el Ministerio de Defensa sirio.
Añadió que hasta el momento solo se han presentado los pasos preliminares relacionados con los consejos oficiales, explicando que la estructura propuesta para las FDS, de integrarse, formaría un cuerpo independiente compuesto por divisiones y brigadas especiales. “Hemos proporcionado los nombres de unos 50 comandantes reconocidos que participan en las negociaciones y conforman la principal cúpula militar de las FDS”, afirmó Hemo.
“Hemos dejado claro a la parte siria”, continuó, “que esta es la única estructura reconocida que tenemos, y no compartiremos más información a menos que se dé un paso concreto para que las FDS se conviertan en la base del ejército sirio”. Subrayó que ninguno de los puntos acordados se ha implementado aún, a pesar de los esfuerzos en curso, rechazando las afirmaciones de que las FDS están dilatando el proceso. “El entendimiento del 10 de marzo no fue un acuerdo definitivo”, afirmó, “sino un marco destinado a lograr un proyecto nacional conjunto”.
Hemo confirmó además que el acuerdo incluía una cláusula que garantizaba la participación de la Administración Autónoma (AADNES) en la construcción de una nueva Siria, pero las acciones del gobierno interino sirio desde entonces lo han contradicho por completo: “Redactaron una Constitución sin ninguna inclusión, formaron un gobierno de transición y un Parlamento falso, e incluso las decisiones se toman sin ninguna representación real de la Administración Autónoma o las FDS”, dijo.
Afirmó que la conducta sobre el terreno demuestra la ausencia de un proyecto nacional genuino por parte de ambos bandos: “Lanzaron ataques contra la costa de Siria, cometieron masacres contra civiles, también en Suwayda”, declaró. “Incluso después del acuerdo, sitiaron y asfixiaron el barrio de Sheikh Maqsoud, en Alepo, y el bloqueo continúa”.
Hemo preguntó retóricamente: “¿Con quién se supone que debemos estar de acuerdo? ¿Con un bando que no cree en el pluralismo, que excluye a los demás y acusa de ateísmo a cualquiera que disienta?”. Reafirmó que el proyecto de las FDS se basa en el pluralismo y la participación, y que prevé un sistema parlamentario, pluralista y participativo en Damasco que garantice la participación de todos los sirios. Sin embargo, añadió que aún no se dan las condiciones para un verdadero entendimiento con Damasco, y recalcó que las FDS deben seguir existiendo como fuerza defensiva en el futuro inmediato.
Haciendo referencia a los recientes acontecimientos —cuando barrios kurdos de Alepo fueron asediados y civiles kurdos secuestrados— Hemo advirtió: “Nos estamos preparando para la guerra si fuera necesario, porque el gobierno interino continúa bloqueando carreteras y realizando secuestros”. Hemo explicó que todas las rutas que conducen a las zonas bajo control de Damasco están cerradas por el gobierno interino, lo que obliga a las FDS a tomar medidas de seguridad para proteger a su población. “Estas medidas son esenciales hasta que se establezca un entorno de reconciliación nacional genuina”, afirmó.
Hemo expresó su esperanza de que el próximo año marque el inicio de un entendimiento entre los sirios —es decir, entre las FDS y el gobierno de Damasco—, aunque admitió que este objetivo está lejos: “La situación actual está llegando a un punto muerto y hay crecientes indicios de una posible guerra”.
“Cualquier error del gobierno sirio sería desastroso para todos los sirios”, advirtió Hemo. “Ha pasado un año mientras esperábamos que este gobierno se comprometiera con su pueblo, que uniera a todos los sirios y que formara un verdadero Parlamento; pero lo que vemos sobre el terreno es todo lo contrario”.
Señaló que los grupos armados aún dominan amplias zonas del país y que reina el caos en materia de seguridad: “No es cierto que solo el noreste de Siria esté fuera del control de Damasco”, afirmó. “El control del gobierno es incompleto en todo el país. El autodenominado Ejército Nacional Sirio (ENS) controla Alepo y sus alrededores, mientras que otros grupos dominan Damasco, Guta, Harasta y Duma; y estamos vigilando de cerca la situación en el norte de Siria y la costa”.
Hemo concluyó que el problema es nacional y no se limita al noreste. “Las FDS buscan unir a todos los sirios si el gobierno está dispuesto”, afirmó, añadiendo que la presencia de las FDS en Damasco tranquilizaría a toda la población.
Para concluir, el comandante kurdo reafirmó que el proyecto central de las FDS se basa en el pluralismo y la gobernanza participativa, y que cualquier futura reconciliación con Damasco dependerá de la voluntad del gobierno interino de reconocer e implementar estos principios sobre el terreno: “Estos principios constituyen la línea de defensa esencial para garantizar los derechos de todos los sirios”.
FUENTE: Abbas Abbas / The Amargi / Traducción y edición: Kurdistán América Latina