Un foro sobre el agua que se realizó a finales de agosto en la ciudad de Hasaka, en Rojava (Kurdistán sirio), organizado por la Unión de Municipios del Norte y Este de Siria, con la participación de académicos, expertos y representantes de instituciones especializadas, coincidiendo con la Semana Mundial del Agua.
Berivan Silo, copresidente de la Dirección de Agua en Hasaka, dijo a North Press que el foro se centró en cuestiones clave, relacionadas con el estado de los recursos hídricos en la región y los desafíos que se deben superar.
Además, explicó que la primera sesión del foro examinó la situación en la región de Jazira, abordando los desafíos agrícolas y la creciente presión sobre los recursos hídricos. La segunda y la tercera sesiones se centraron en Kobane, Raqqa y Deir Ezzor, destacando el descenso del nivel del río Éufrates, el impacto que tienen las presas y los problemas relacionados con el agua potable y de riego, así como la contaminación y sus consecuencias humanitarias.
Según Silo, las sesiones cuarta y quinta se centraron en el uso del control del agua como arma de guerra y como herramienta política, advirtiendo sobre las graves implicaciones para la seguridad alimentaria. Los debates también destacaron el impacto directo de la escasez de agua en las mujeres y los niños.
Al concluir el foro, las y los participantes formularon varias recomendaciones, entre ellas el desarrollo de una estrategia hídrica unificada para establecer un marco integrado para la gestión de los recursos en todo el noreste de Siria.
En el foro también se destacó la importancia de documentar las violaciones relacionadas con el uso del agua como arma, abordar el tema ante las organizaciones internacionales y modificar las políticas agrícolas mediante el fomento de la agricultura de secano. Las y los participantes también pidieron una intervención internacional urgente, instando a las organizaciones humanitarias e internacionales a visibilizar el desastre humanitario causado por la escasez de agua y a ejercer presión política para detener el uso del agua como arma.
FUENTE: North Press / Traducción: Kurdistán América Latina