¿Quién quiere qué en Siria?

En Siria continúan las masacres, por un lado, mientras se desarrollan negociaciones, por otro. A pesar de los esfuerzos por maquillar y legitimar su imagen, la mentalidad de Hayat Tahrir al Sham (HTS) sigue mostrando su verdadero rostro.

HTS ha fracasado en su intento de formar un gobierno inclusivo. En lugar de resolver los conflictos mediante el diálogo y métodos democráticos, lanza mercenarios decapitadores contra la población. Allí donde actúan estas fuerzas, se alzan columnas de humo y quedan atrás cientos de cadáveres. Mientras la población ya sufre una devastación masiva, ahora también enfrenta la amenaza añadida de masacres, destrucción, muerte y desplazamiento forzado a manos del HTS.

La reunión celebrada en Damasco bajo el liderazgo de Tom Barrack terminó sin resultados. En sus declaraciones tras el encuentro, Barrack culpó a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y a la Administración Autónoma (AADNES). Lejos de acercar a las partes, generar confianza o facilitar avances, sus palabras sirvieron para bloquear por completo el proceso. Justo cuando empezaban a surgir nuevos esfuerzos para desbloquear la situación, estallaron los incidentes en Suwayda (Sweida, al sur del país).

Los ataques y masacres en Suwayda fueron interpretados ampliamente como un plan para aplastar a la población drusa, lo que suscitó críticas incluso dentro de Estados Unidos. Israel adoptó una postura clara e intervino militarmente. Los hechos generaron preocupación y alarma tanto en Europa como en el Congreso estadounidense.

Los intentos de domesticar y legitimar al HTS no han salido como se esperaba. Esto llevó a que algunos actores reconocieran a regañadientes que la AADNES representa la fuerza y el modelo más razonables para Siria. Sin embargo, Turquía siguió invirtiendo todo su capital político en el HTS. Ni siquiera condenó las masacres cometidas contra las poblaciones drusa y alauí. El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan reconoció que la corriente se estaba volviendo en contra de HTS.

Al mismo tiempo, se anunció que se celebrarían conversaciones en París entre las FDS, la AADNES y el gobierno de Damasco. Como respuesta, el gobierno turco actuó lanzando amenazas contra la administración del noreste de Siria y presionando a Damasco para que no asistiera a la reunión de París bajo esas condiciones. Como resultado, las conversaciones previstas para el 25 de julio fueron pospuestas.

Tras este aplazamiento, Estados Unidos facilitó discusiones directas entre Siria e Israel. Paralelamente, también se organizó un encuentro entre Francia, Estados Unidos y Siria. Es evidente que nada de esto ocurrió al margen de Turquía. A cambio de garantías por parte de Estados Unidos y Francia, se buscó que Siria volviera a la mesa de negociaciones.

Declaraciones como “el HTS volverá a ser el gobierno central y se reconocerá la unidad y soberanía del Estado” fueron presentadas al público como resultado de esta reunión tripartita. Estas afirmaciones reflejan no solo los objetivos del HTS, sino también los de Turquía. Mientras impulsa estas exigencias, Ankara intensifica sus amenazas contra los kurdos y la AADNES para reforzar la posición del HTS.

El objetivo principal de Turquía sigue siendo el desarme de los kurdos y de la Administración Autónoma. Pero una medida así dejaría a la población completamente indefensa. Mientras continúan las masacres en toda Siria y no se puede garantizar la seguridad de nadie, desarmar a los kurdos equivaldría a abandonarlos a la matanza. Turquía insiste: “Mi seguridad es lo primero”. Pero no existe ninguna amenaza real de masacre sobre Turquía. Posee un ejército poderoso y ya ha implementado estrictas medidas de seguridad en sus fronteras. Además, los kurdos no son una fuerza que esté esperando para atacar a Turquía. Por el contrario, los kurdos han sido constantemente el objetivo de ataques. Turquía invadió regiones kurdas y forzó a la población a huir de sus hogares.

El 10 de marzo se firmó un memorando de entendimiento entre las FDS, la AADNES y el gobierno de Damasco. En este acuerdo, se reconocía que las FDS y la región serían integradas en la estructura estatal. Esto confirma que los kurdos, árabes y demás pueblos de la región no persiguen la creación de un Estado propio. Lo que demandan es una Siria descentralizada y democrática.

Dicen: “Desde hace más de diez años nos autogobernamos y hemos construido nuestras propias instituciones; no queremos perder esos logros”. Tampoco reclaman un ejército independiente. Lo que quieren es que la estructura militar existente se integre en el ejército sirio, como parte de él, sin ser desmantelada, y que se le permita seguir funcionando allí donde está, como garantía de protección para el pueblo.

¿Por qué se rechaza con tanta vehemencia el deseo del pueblo de protegerse a sí mismo? La población no confía en los grupos afiliados al HTS, ni en los remanentes de Al Qaeda o el ISIS. Estas fuerzas han cometido masacres a plena vista del mundo. Además, la gente los conoce no solo desde hace poco, sino desde los primeros años de la guerra civil, y ha sido testigo directa de sus crímenes.

Estados Unidos y otros miembros de la Coalición Internacional (contra ISIS) no ignoran lo que sucede en Siria. También han estado presentes sobre el terreno y saben muy bien quién es quién y qué se ha hecho. Si actúan con justicia, no abandonarán a la población en manos de esas fuerzas.

Sin embargo, las relaciones y negociaciones entre Estados se basan en intereses, no en principios de justicia y derechos humanos. Turquía, aprovechando su membresía en la OTAN, sigue negociando con Estados Unidos y otras potencias contra los kurdos. Busca excluirlos de todo proceso político y evitar que obtengan cualquier forma de estatus.

La prioridad número uno de Turquía en Siria es dejar a los kurdos sin estatus político y desmantelar las FDS. Sin embargo, los kurdos y la AADNES aspiran a vivir en paz y convivencia dentro de una Siria democrática. No están reclamando libertad sólo para sí mismos o para sus regiones, sino para toda Siria, y especialmente para las mujeres.

FUENTE: Zeki Bedran / ANF / Edición: Kurdistán América Latina

jueves, julio 31st, 2025