Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) lanzaron del 7 al 13 de noviembre pasados extensas operaciones de búsqueda y registro bajo el operativo “Seguridad Permanente”, que se dirigieron a zonas del sur y norte de la zona rural de Al-Hol y su campamento de refugiados. Esta operación coincidió con incursiones precisas y sorpresivas en varias casas y escondites utilizados por células durmientes del ISIS, formando parte de la estrategia de las FDS para perseguir a los remanentes de la organización terrorista, vigilar sus células y frustrar operaciones planeadas. Las FDS están aprovechando la inestable situación de seguridad en estas áreas, exacerbada por los ataques de las milicias afiliadas al régimen sirio e Irán, así como por los continuos bombardeos de las operaciones militares de Turquía dirigidas a la infraestructura en el norte y este de Siria.
Según un comunicado del Centro de Prensa de las FDS, en la sala de operaciones de “Seguridad Permanente” –establecida por las FDS en colaboración con las Fuerzas de Seguridad Interna– participaron más de 5000 combatientes, con el apoyo de las fuerzas de la Coalición Internacional. Estas operaciones supervisaron el rastreo de más de 200 aldeas cerca de la frontera sirio-iraquí a lo largo de una distancia de 70 kilómetros, incluidas las regiones desérticas circundantes, junto con el campamento de Al-Hol y la propia ciudad. Se allanaron más de 60 sitios y escondites utilizados por células del ISIS en Al-Hol, Tal Hamis, la zona rural de Tal Koçer y el este de Hasakeh, lo que resultó en la detención de 79 personas sospechosas de pertenecer al ISIS y la confiscación de grandes cantidades de armas, explosivos y minas.
El comunicado de las FDS añadió que estas redadas selectivas, basadas en informes de inteligencia, condujeron a arrestos y desbarataron las estructuras organizativas que los partidarios del ISIS estaban tratando de establecer dentro del campamento de Al-Hol (que alberga a 40.000 detenidos). Las operaciones se centraron especialmente en la llamada sección de “mujeres migrantes”, que intimidan a cualquiera que intente oponerse a las enseñanzas del grupo y que participan en la violencia brutal, incluyendo la comisión de asesinatos y el ocultamiento de cadáveres. Diecisiete presuntas miembros de las “mujeres migrantes” fueron interrogadas por su participación en actos de tortura y por proporcionar asistencia e información a células durmientes. Además, se incautaron dispositivos electrónicos que facilitaban la comunicación entre las células del ISIS dentro y fuera del campamento, se destruyeron escondites y túneles, y se confiscaron banderas y símbolos del ISIS. La operación tenía como objetivo confirmar el fracaso del grupo en la constitución y reconstrucción de sus otras estructuras, especialmente la “hesba de mujeres” y los “cachorros del Califato”, tras los reveses sufridos en campañas anteriores de búsqueda y redada.
Desde 2021, las FDS han llevado a cabo tres operaciones que incluyeron registros, peinaciones y redadas en el campamento de Al-Hol y sus alrededores. Estas operaciones dieron como resultado la detención de decenas de miembros del ISIS, el desmantelamiento de células durmientes y estructuras organizativas relacionadas con los departamentos de Al-Hesba y Al-Shabab, así como la confiscación de armas y dispositivos de comunicación y el descubrimiento de casos de asesinato, desapariciones y arrestos arbitrarios dentro del campamento. La cuarta operación actual representa una continuación de estos esfuerzos anteriores y se basa en información de inteligencia verificada sobre los planes del ISIS de atacar el campamento de Al-Hol en un intento de liberar a sus partidarios detenidos.
Además de combatir al ISIS y evitar su reorganización en las cárceles y los campos, desmantelar sus células durmientes, destruir sus estructuras organizativas y confiscar los dispositivos de comunicación, las FDS tienen como objetivo tranquilizar a quienes desean escapar del ISIS y eliminar la amenaza que representan sus miembros. Las FDS tratan de brindarles a estas personas la oportunidad de abandonar la ideología extremista y reintegrarse a la sociedad y a la vida normal, bajo el cuidado y la supervisión de la Administración Autónoma (AADNES), con la mediación y el apoyo de los ancianos tribales, las figuras respetadas y los líderes comunitarios.
Las FDS ya han liberado a cientos de personas que no estaban implicadas en asesinatos, permitiéndoles volver a la sociedad tras los llamamientos de los líderes comunitarios y los ancianos de las tribus. Las FDS pretenden crear un equilibrio armonioso entre las operaciones militares y de seguridad destinadas a desmantelar las células del ISIS, desarmar sus estructuras y cortar sus fuentes de financiación, reclutamiento y propaganda mediática, al tiempo que rehabilitan a quienes desean cortar vínculos con el ISIS y les dan la oportunidad de reintegrarse a la sociedad con garantías de dignatarios y figuras nacionales conocidas.
Recientemente, una delegación de líderes tribales árabes y kurdos de la región de Jazira visitó a los comandantes de campo responsables de “Seguridad Permanente” y expresaron su apoyo a las FDS en sus esfuerzos por perseguir a ISIS y establecer la estabilidad en las ciudades y pueblos de Jazira.
ISIS sigue representando una amenaza importante para la región. El grupo sigue activo, reorganizando sus filas, rehabilitando sus células y lanzando rápidos ataques contra las FDS, el personal de seguridad interna e incluso el personal civil y administrativo que trabaja en las instituciones de la Administración Autónoma. No pasa una semana sin que militares y civiles se enfrenten a ataques de miembros del ISIS, además de incidentes constantes de atentados con bombas, trampas explosivas y sabotajes.
ISIS se beneficia del apoyo logístico y humano de su extensa base de retaguardia en los desiertos sirio e iraquí, donde mantiene una presencia significativa, en particular dada la incapacidad de los ejércitos de esos países de perseguir y eliminar eficazmente a sus combatientes y escondites. La organización también está sacando provecho de los continuos ataques de las milicias vinculadas al régimen sirio e Irán en las zonas al este del río Éufrates en la provincia de Deir Ezzor, en un intento de consolidar su presencia y promover la narrativa de un retorno inminente, al tiempo que atrae a elementos que operan al margen de la ley.
Además, los ataques turcos a la infraestructura en el norte y el este de Siria, junto con ataques selectivos contra las fuerzas de seguridad interna y las unidades antiterroristas, brindan a ISIS oportunidades significativas para reagruparse y lanzar ataques sorpresa, bombardeos y operaciones de sabotaje que se coordinan con los ataques aéreos y de artillería turcos.
Las FDS creen que la guerra contra ISIS aún no ha terminado y que el grupo no se ha extinguido a pesar de la destrucción de su llamada capital en Raqqa en 2017 y su último bastión en Baghouz en 2019. ISIS sigue activo y está tratando de adaptarse a la nueva situación operando clandestinamente y utilizando tácticas sorpresa, operaciones rápidas y ataques de sabotaje.
La organización sigue aspirando a lanzar ataques significativos contra prisiones y campos de refugiados para liberar a sus combatientes y seguidores, y recuperar el control del territorio para combatir en frentes específicos. ISIS apuesta por miles de niños y adolescentes –conocidos como “cachorros del Califato”– para que se conviertan en sus nuevos combatientes. En los campos, el grupo se centra en nutrir a estos jóvenes proporcionándoles materiales ideológicos y religiosos que promueven la violencia y el terrorismo.
ISIS dirige su mensaje propagandístico concentrado a estos jóvenes, infundiendo un sentimiento de esperanza al informarles sobre las actividades del grupo en el extranjero, en particular en regiones alejadas del campo de batalla sirio, como África. La organización afirma haber logrado victorias sobre las fuerzas armadas de varios países y que está en proceso de establecer sus emiratos allí.
Los esfuerzos para derrotar al ISIS se centran en intensificar las operaciones militares en curso destinadas a sofocar al grupo, destruir sus células, desmantelar sus estructuras organizativas y aislarlo de la sociedad, al tiempo que se ofrece a quienes deseen romper vínculos con el grupo la oportunidad de volver a la vida normal. Se trata de un programa integral que abarca varios aspectos, en el que los actores sociales desempeñan un papel claro e influyente.
Además, incluye iniciativas de desarrollo, proyectos económicos, mejora de los servicios y la atención, y el establecimiento de programas educativos basados en la tolerancia, el pluralismo y la aceptación de los demás. Se trata de una batalla intelectual y de concienciación que llevan a cabo las instituciones de la región del norte y este de Siria, a pesar de los recursos limitados y los ataques constantes de las principales potencias regionales y las milicias transnacionales. Todas estas fuerzas comparten un objetivo común con el ISIS: socavar el modelo de coexistencia que prevalece en la región del noroeste sirio y crear la alternativa deseada con zonas de caos, emiratos oscuros y guerras civiles.
FUENTE: Tariq Hemo / The Kurdish Center for Studies / Traducción y edición: Kurdistán América Latina